Los videojuegos de
PC, especialmente en el pasado, tuvieron una repercusión importante. Además de
los videojuegos típicos de carreras de coches, arcade, deportes, simuladores y
estrategia, los videojuegos de PC más importantes en los años 80 y 90 fueron los
del tipo aventura gráfica. En 1993, Adventure Soft, diseñó un videojuego que se
hizo bastante popular durante un tiempo: Simon
the Sorcerer. Fue distribuido en España por ERBE. En la parte trasera de la
primera edición en caja de cartón, se puede leer lo siguiente:
“Lo que comenzó con una cruzada para
desterrar a la Bruja Cambiante y liberar al brujo bueno Calypso, se ha
convertido en algo horrible y extraño. Para empezar la mañana, se me comió un
anfibio cuyos modales en la mesa eran absolutamente espantosos. Y por si fuera
poco, en unos minutos una roca me empezó a mirar de reojo con cara de pocos
amigos, negándose categóricamente a decir una sola palabra.
Para colmo de males, se me ocurrió pedir consejo a un
búho sabio. En lugar de una pista, me echó de comer un arenque en adobo. Estaba
delicioso, pero me sentó fatal. Lejos de terminar mi noble misión, me encontré
en medio de una protesta sindical entre un despótico Troll y un rebaño de
cabras militantes. Mi intuición me dijo que en este bosque mágico podría haber
más de lo que tenía a simple vista.
Más tarde, visité los Fieros Pozos de Rondor (abiertos
todos los días de 10 a 6, incluyendo festivos); y me parecieron una de las
mejores vistas de entre las miles que hombre o duende pudieran jamás tener ante
sus ojos en esta estrafalaria tierra. Dejando a un lado el turismo, estoy
decidido a que, desde mañana, nada distraerá mi atención encomendada y del
cumplimiento de mi sagrado destino (si el tiempo lo permite).”
Después de una
curiosa introducción, donde Simon se presenta al público y se puede ver cómo
llegó al mundo fantástico, el juego empieza en la cabaña de Calypso, el mago
que le facilitó el paso a este mundo con la misión de salvar a todos de las
manos de Sórdido, un mago con afán de dominar el mundo. Para ello, Simon deberá
cumplir muchas misiones previas para poder llegar a enfrentarse a Sórdido.
El sistema de juego
es del tipo point-and-click, es decir, que se da una orden y se selecciona el
lugar para realizarla o con qué realizarla. Para pasar a diferentes escenas, en
este caso, el personaje camina de un lugar a otro, tan sólo clicando en la zona
de la pantalla a la que se desea ir. Las instrucciones posibles son:
caminar, mirar, abrir, mover, consumir, coger, cerrar, usar, hablar, quitar,
llevar y dar. Para llevar los diferentes elementos que uno se va encontrando,
los mete dentro de su sombrero mágico. Es de los pocos videojuegos que esto
tiene lógica, porque en otros muchos videojuegos uno puede coger cosas grandes
y pequeñas sin tener en cuenta que el cuerpo humano tiene un límite para
transportar y llevar cosas, ya sea por tamaño o por peso. En Simon the
Sorcerer, Simon incluso es capaz de llevar de un sitio a otro una escalera sin tan
siquiera cansarse, metiéndola en el interior de su sombrero de mago. También se
incluye un mapa, para evitar tener que pasear por los caminos cada vez por
tres. La ventaja es que el tiempo no corre y uno puede ir avanzando en la
historia sin preocuparse. Tampoco se puede morir, es decir, no existe ninguna acción
en la que Simon acabe atrapado de por vida o muera por cualquier motivo. Hay varios
momentos que parece que a Simon le va a pasar algo muy grave, pero siempre hay
alguna salida.
Simon the Sorcerer,
además de tener una historia propia, está compuesto por muchas otras historias,
que aparecen de forma directa en diferentes escenas. Ahora bien, quizás están
de una forma ridiculizadas o deformadas. Una de las escenas es la casa de la
bruja. Por lo que sea, se debe conseguir la escoba de la bruja, pues se intuye
que con esta escoba uno podrá volar de un lugar a otro, algo muy necesario en
un punto muy concreto. En la conversación inicial con la bruja, hay un momento
en el que Simon puede actuar como Marti McFly, con atreverse con cualquier cosa
cuando le dicen que es un gallina. Una referencia a la trilogía cinematográfica
de Regreso al Futuro. También,
además, con la bruja hay un momento en el que se debe luchar con ella
transformándose en diferentes criaturas. La norma es que no se aceptan
dragones. Esto es calcado a la historia de Merlín
el Encantador, de Walt Disney.
Los cuentos
clásicos también son incluidos en diferentes escenas. Para empezar, el cuento
de Las tres cabritas y el trol. En
este caso, son dos cabritas que están haciendo una manifestación contra el trol
por no dejarles pasar por el puente. El trol no accede a ello. Las cabras le
amenazan con llamar a su hermano mayor, que le hará daño. Es Simon quien logra
echarlo del puente, con la ayuda de un gigante. Otro cuento que aparece es el
de Jack y las judías mágicas. En este
caso, es el tonto del pueblo a quien le han timado con unas judías mágicas a
cambio de una vaca. Lo único que tienen de mágico es que hacen crecer una
sandía en muy poco tiempo. También aparece el cuento de Rapunzel, pero la
protagonista es mitad cerda y mitad humana. Realmente era una cerdita que la
bruja convirtió en humana. Ella lo que quiere es volver a ser cerdita. Simon
accederá a darle el beso y sí, se convierte en una cerdita. Queda bien claro
que mejor quedarse como cerdita que ser mitad humana guapa y mitad horrorosa.
Otra influencia es
la de las historias de J. R. R. Tolkien, especialmente con la trilogía de El
Señor de los Anillos. Aparece en muchas ocasiones. En la escena con las
cabras y el trol, mientras Simon habla con una de las cabras, Simon puede
amenazarlo diciendo “Por la sagrada barba
de J.R.R.Tolkien, ¡¡¡dispónte a morir!!!” En otra escena, se puede hablar
con Gollum, que realmente es alguien disfrazado para una convención de Tolkien
y es el encargado de traer la comida. Al ayudarle, nos deja la caña con la que
estaba intentando pescar. Simon logra encontrar el Anillo Único, que realmente
hace invisible (aunque hasta cierto punto). Aparece también la palabra milrith,
que es un derivado del mithril, un elemento inventando por Tolkien. En el bar,
donde hay unos magos profesionales, Simon puede elegir su nombre, entre los
siguientes: Simon, Merlín, Gandalf y David Copperfield. Merlín es un mago muy
conocido de la historia de Arturo y los Caballeros de la Mesa Redonda. Gandalf
es el mago más conocido de las historias de Tolkien y David Copperfield es un
ilusionista de la vida real que fue muy conocido durante una época.
Pero no todo es
sobre las historias de J. R. R. Tolkien, sino también hay otras curiosidades.
Aparece el Doctor Von Jones, excavando en búsqueda de fósiles. Es una
referencia a Indiana Jones, aunque una versión tan sólo arqueóloga. Gracias a
él, se podrá hallar una veta de milrith. Aparecen unos disquetes en la mazmorra
donde Simon es transportado dentro de una caja. Un huevo de pascua muy curioso.
Hay un dragón, inicialmente resfriado, encima de un montón de monedas de oro,
algo muy típico, que nos podría incluso recordar ligeramente a Smaug, aunque no
es él. E incluso hay una referencia a Mundodisco
(Discworld), una saga de Terry
Pratchett, pues aparece un cofre con patas y dientes. Para no plagiar, tan sólo
tiene dos patas y dos brazos, cuando el cofre real tiene muchas patas, sin
brazos.
Finalmente, entre
algunas historias que se hayan podido pasar por alto por ahora, hay una
referencia clarísima de la historia de Lewis Carroll: Alicia en el País de las
Maravillas. Un druida, que fue salvado por Simon de las garras de los trasgos,
le facilita una poción que pone “BÉBEME”. Al tomar el brebaje en un momento
puntual, se hace pequeño. Luego, encuentra una seta mágica que pone “CÓMEME”.
Al comerla, vuelve a su tamaño original. Gracias a esta acción, puede entrar al
castillo de Sórdido.
Como curiosidad, el
videojuego original, la primera edición, incluye una HOJA DE PROTECCIÓN, que es
un pequeño cuadernito con las claves necesarias para acceder al videojuego en
la edición en disquetes. Sin duda, un juego muy completo, con muchas
referencias. Pero eso no es todo. La música es excepcional. Tiene un abundante
repertorio de música ambiental, que puede transportar a uno a lugares
fantásticos.