Las guerras son
algo absurdo, enfrentamientos entre dirigentes de diferentes países que están
en desacuerdo y obligan a sus tropas a enfrentarse. Masacres, muertes de
inocentes por manos de soldados obligados a cumplir sus misiones, violaciones,
mutilaciones, cáncer por la radiación… son tantos los motivos por los que decir
que no a las guerras convencionales que es completamente absurdo que aún haya
gente que quiera alistarse en el ejército para cumplir órdenes que pueden transgredir
la razón. Abundantes películas y series se han podido visionar para unos
espectadores que quizás no valoran realmente los valores que se quieren
trasmitir. ¿Cuáles? De forma general, es mostrar el pasado histórico para que
no vuelva a ocurrir, que no se hagan las atrocidades típicas de las guerras. A
pesar de ello, cada día hay guerras a lo largo del mundo, guerras totalmente
injustas y los dirigentes de muchas partes del mundo tan sólo contemplan la
destrucción y anotan cómo defenderse de estos ataques. El Studio Ghibli, en 1988,
estrenó La tumba de las luciérnagas
en manos de Isao Takahata. Una película de animación ambientada en la Segunda
Guerra Mundial (1939-1945), la más triste que se haya hecho jamás, ya que la
historia trata de dos hermanos: un niño que aún no ha cumplido la edad para ir
a la guerra y una niña aún más pequeña.
Al ser una obra
culminante, en la que se pueden apreciar muchos horrores del ser humano en tan
sólo poco más de una hora y media, se han llegado a distribuir ediciones
especiales de esta película. En 2008, se distribuyó la EDICIÓN DELUXE 20º
ANIVERSARIO. Una edición bastante completa, con abundantes extras. Son 3 DVD,
uno con la película, otro con extras y otro con la película restaurada. Físicamente,
se incluye, además del folleto guía del contenido de los DVD, cuatro tarjetas con
imágenes de la película y un póster. Todo ello distribuido en una caja de
cartón, en la que tiene una caja de DVD tríptico, también de cartón. En la
parte trasera de esta edición, se puede leer lo siguiente:
“Dos hermanos padecerán los horrores más
crueles de la guerra. La inocencia y la ilusión son sus únicas armas.
JONU MEDIA tiene el placer de presentar la edición 20º
aniversario de toda una obra maestra de la animación: "La tumba de las
luciernágas". Una historia intensa y estremecedora galardonada con
innumerables premios y alabada por público y crítica. La nueva edición incluye
el filme restaurado para esta ocasión especial.
Japón, 1945. Las tropas americanas están a punto de
ocupar Japón. Seita y su hermana pequeña Setsuzo, huérfanos y sin hogar tras un
ataque aéreo, se ven obligados a sobrevivir sin recursos en una sociedad donde
apenas llegan raciones de comida y la esperanza se convierte en desesperación.”
(Cuidado:
spoilers.) Estalla la guerra en Japón. Los americanos atacan un poblado. Muere
la madre de dos niños, Seita, un niño aún en la etapa de la pre adolescencia, y
Setzuko, una niña de poca edad. El padre es capitán de un barco de guerra. Seita
tiene que ocuparse de Setzuko. Inicialmente recibe ayuda de una familia que se
compone de marido, mujer e hija. Seita consigue comida que tenían enterrada
para aprovechar en caso de guerra. Pueden disfrutar de la comida, pero la
familia que los acoge la disfrutan aún más. Setzuko no sabe aún que su madre ha
muerto, porque se lo oculta Seita. La mujer que les acoge le aconseja vender
las prendas de su madre, pues ya no las necesitará. Con ello, consiguen
bastante arroz. Pero los días van pasando y la mujer les suele servir menos
comida que a los demás. Su razón es que ellos no trabajan y no deben comer la
misma cantidad, por lo que suelen comer comida aguada. Seita decide ir al banco
a conseguir el dinero que dejó su madre. Compra varios enseres de cocina y
siguen viviendo la vida, pero sin tener prácticamente ninguna responsabilidad.
La mujer se queja y Seita decide irse con Setzuko a vivir fuera, en unas cuevas
artificiales al lado de un río. Ahí pasan la vida como pueden. El problema es
que Setzuko, por la escasez de comida, está enfermando. Seita incluso recurre a
robar verduras y frutas para sobrevivir. Al final muere irremediablemente. Al
poco tiempo, el niño, después de quemar a Setzuko, vaga hasta caer rendido y
enfermo en una estación de tren.
La película, para
empezar, empieza con Seita diciendo “Así es como morí.” Uno puede esperarse una
historia triste. Pero no sólo es triste, sino que permite ver casos que seguro
que ocurrieron muy similares. Se puede ver lo despreciable que puede llegar a
ser el ser humano, que, en vez de ayudar a su semejante, se aprovechan los unos
de los otros. Provoca mucha rabia aquellas personas que se piensan que están
haciendo un bien, y lo único que están haciendo es tratar egoístamente a los
demás, siempre pensando en uno mismo antes que en su semejante. Si de verdad se
tuviera que hacer una guerra, sería bueno que desaparecieran este tipo de
personas de la faz de la Tierra, pues no se merecen la vida que tienen; entre
ellos, están los mismos dirigentes que provocan las guerras y personas que
tienen de todo, pero no ayudan a nadie o, si lo hacen, tan sólo es para conseguir
algo de fama o para quitarse temporalmente un problema para, después, mirar
hacia otra parte.
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