Cuando era niño, me
encantaban los puzles. Los empecé resolviendo de revistas o diarios, aunque
especialmente puse bastante empeño en los videojuegos de aventuras gráficas.
También resolví muchos rompecabezas en libros especializados en puzles, laberintos
y juegos de este estilo. De algún lugar pude conseguir un puzle que se puede jugar
sencillamente con un papel: puzle de
casillas.
El puzle de
casillas trata simplemente de 9 huecos con 8 papelitos numerados del 1 al 8.
Cada hueco está numerado, pero de una forma desordenada. También existe un
hueco vacío. Al inicio del juego, se trata de colocar los números del 1 al 8 de
forma ordenada en los huecos que hay, sin importar el número que hay debajo. El
juego finaliza cuando se han colocado cada uno de los números en sus
correspondientes lugares, según la numeración del hueco.
Lo curioso de este
rompecabezas es que cada hueco tiene entre 2 y 4 posibles caminos conectados
con otros huecos. Pero claro, hay que dedicar un tiempo para poder mover los
papelitos de un lugar a otro.
El juego trata en
resolver el puzle, pero la dificultad también radica en hacer los mínimos
movimientos posibles. Así que al principio uno lo resolverá y podrá comprobar
que quizás hizo muchos movimientos, por lo que queda un paso más allá para
poder resolverlo de nuevo, pero con menos movimientos.
Este puzle lo
guardo desde hará como unos 25 años. Los papelitos numerados del 1 al 8 están
dentro de una cajita. Literalmente, se usó tan solo una hoja de papel para
montar este puzle, utilizando una parte de la hoja para crear la cajita de
papel, con una técnica de origami.
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