jueves, 23 de marzo de 2023

Colección Studio Ghibli: Susurros del corazón

Hayao Miyazaki, durante largos años, nos proporcionó historias bastante alegres y positivas, con muchos mensajes importantes, a través del Studio Ghibli, un estudio de animación japonesa. Una película, algo menos fantasiosa que otras previas que se habían realizado hasta el momento, es la de Mimi wo sumaseba, título traducido en España como Susurros del corazón, estrenada en 1995 y en la que Hayao Miyazaki es el guionista, no el director. En la parte trasera de la caja DVD de STUDIO GHIBLI COLLECTION, se puede leer lo siguiente:

Shizuku es una adolescente aficionada a la lectura que tiene como plan pasar sus vacaciones de verano leyendo en la biblioteca y traduciendo canciones extranjeras. Para su sorpresa, sus planes dan un giro cuando descubre que hay un mismo nombre, Seiji Amasawa, en las fichas de los libros que coge en la biblioteca.

Un día en el tren, se encuentra con un gato misterioso que le llevará a la tienda donde Seiji trabaja como aprendiz de Luthier.

Seiji le cuenta a Shizuku que su sueño es llevar su arte a Italia, animándola también a escribir libros. A partir de entonces Shizuku y Seiji prometen que estarán siempre juntos.

Susurros del Corazón está dirigido por Yoshifumi Kondo, aprendiz de Hayao Miyazaki, y es uno de los clásicos del anime japonés; una obra maestra sobre el despertar de los talentos creativos.

(Cuidado: spoilers.) Shizuku Tsukishima es una estudiante de instituto que le encanta la lectura. A pesar de que tiene que estudiar, no cesa de leer. Lo curioso es que encuentra el nombre de Seiji Amasawa, que ha leído los mismos libros antes que ella. Se imagina a un chico muy amable. Un día Shizuki está con su amiga repasando una canción modificada de Take Me Home, Country Roads. Se la deja junto al libro que había cogido prestado de la biblioteca del instituto. Al volver a buscarlo, encuentra a Seiji leyendo el libro, aunque ignora quién es realmente. Le molesta que haya leído la canción. Más adelante, en un viaje en tren hacia la biblioteca, encuentra a un gato que viaja en el tren. Al bajar, lo persigue y la lleva a un lugar curioso, desde donde hay muy buenas vistas. Ahí entra en una tienda muy curiosa, donde le encanta una figura de un gato. Shiro Nishi, el dueño de la tienda aparece, y le dice el nombre de la figura: El barón Humbert Von Gikkingen. También le muestra un reloj que está reparando, con una historia de amor imposible entre un enano y un hada. En otra ocasión, va a visitar la tienda de nuevo, pero está cerrada. Llega Seiji, que aún sigue sin saber quién es realmente, y le permite entrar en la tienda para ver la figura del gato. Luego, baja y ve a Seiji trabajando creando un violín. Le cuenta que desea ser lutier, algo que motiva mucho a Shizuku, que aún no sabe lo que realmente quiere ser. Shizuku le pide que toque el violín, pero Shizuku debe cantar. La canción es la de Take Me Home, Country Roads. Al poco, llega el abuejo, Shiro Nishi, con un par de amigos músicos, y les acompañan. Ahí es cuando descubre el verdadero nombre de Seiji. Se siente rabiosa por ello, pero se le pasa. Pide a Shiro Nishi escribir una historia sobre la figura del gato. Shiro se lo consiente, si él es el primero en leer la historia. Así lo hacen. Le gusta la historia. Luego le cuenta la verdadera historia de El Barón y parece que coincide ligeramente con la historia que ha creado Shizuku. Seiji profesa su amor hacia Shizuku y se prometen, aunque ambos antes deberán seguir su camino: Seiji se hará un buen lutier en Italia y Shizuku se esforzará para conseguir completar sus estudios y convertirse en una buena escritora.

Una historia muy curiosa, en la que dos personas se enamoran, aunque curiosamente ya habían coincidido por la lectura. Es un momento clave de sus vidas: la adolescencia, cuando deben decidir qué serán en un futuro, es decir, qué profesión querrán tener para vivir el día a día. Lo más importante: con quién. Ellos, por suerte, incluso se prometen. Saben qué realmente harán y con quién querrán estar. Es lo mejor que le puede ocurrir a una pareja, tener las cosas claras desde el principio y luego todo fluirá de la mejor forma posible. Aunque esto no es tan fácil. En muchas ocasiones esto no ocurre. Quizás uno pueda tener una pareja en su juventud, pero luego quizás haya tenido que dejar los estudios para poder convivir con su pareja. O lo contrario, es decir, dedicar la juventud para conseguir unos buenos estudios y adquirir un buen trabajo, pero no haber dedicado el tiempo suficiente para tener una pareja estable. La suerte también influye en estas circunstancias.

A partir de esta película, se hizo posteriormente una especie de continuación. Esta vez mucho más fantástica. Si esta película es bastante realista, la siguiente de la misma temática es todo lo contrario. El tema principal serán los gatos y el nombre de la película es Neko no Ongaeshi, estrenada muchos años después, en 2002.

La canción de Take Me Home, Country Roads está muy bien creada. Es una escena que gusta muchísimo, muy dulce, muy a la antigua. Primero empieza a tocar la melodía Seiji con un violín, luego empieza a cantar la letra Shizuku, y luego viene el abuelo con un par de amigos para, sin decir nada, acompañan con diferentes instrumentos. Este momento es realmente una obra maestra.

Como curiosidad, la marca del reloj de pared que está reparando Shiro Nishi es la de la marca Porco Rosso. No existe dicha marca, sino que es una referencia directa a una de las películas del Studio Ghibli con el mismo nombre.





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