René Goscinny (1926-1977), guionista, y Albert Uderzo (1927-2020),
dibujante, trajeron al mundo unas historias magníficas de galos contra romanos.
Estas historias se basan directamente en el personaje principal, Astérix, con
su amigo Obélix, que viven en un poblado galo resistiendo al invasor romano. En
estas historias, además, hay otros personajes que casi siempre aparecen, como
Panoramix, el druida del pueblo, Abraracúrcix, el jefe del poblado, y
Asseguratórix, el bardo. Las historias fueron publicadas en cómic en formato de
tomo grande, como otras historias conocidas, tales como Mortadelo y Filemón,
Tintín, etc.
El vigésimo séptimo tomo es el hijo de
Astérix, con el título en catalán el
fill d’Astèrix, distribuido por ediciones junior, s.a. Aparece un bebé en
la puerta de Astérix. Le dan de comer leche de una cantimplora y aún queda un
poco de poción mágica, dándole una fuerza sobrehumana al bebé. En el pueblo
empiezan las habladurías sobre que Astérix ha hecho de las suyas con alguna
mujer. Van cuidándolo, pero empieza a hacer destrozos en el poblado, por lo que
deciden ir a buscar a sus padres a los diferentes campamentos romanos. No los
encuentran. Brutus, el hijo de Julio César, está involucrado en la situación.
Mandan a un legionario como mercader de sonajeros. Intenta llevarse al niño,
pero no lo logra. Llega al poblado una nodriza bien robusta, que no es ni más
ni menos que Espinadecactus disfrazado, que está intentando ayudar a Brutus. Las
habladurías en el pueblo aumentan, pensando que Astérix ha tenido el niño con
dicha nodriza. La nodriza puede calmar al bebé con sus cantos estridentes. Asseguratórix
tiene envidia. Pero Espinadecactus fracasa. Al final, Julio César aparece con
Cleopatra. El bebé es el hijo de Julio César y, teóricamente, de Cleopatra.
Ella lo dejó a cargo de los galos irreductibles porque sabía que Brutus quería
hacerlo desaparecer para ser el único hijo heredero de la fortuna de Julio
César. Envía a Brutus a la Germania superior. Curiosamente, por primera vez, en
vez de celebrar una cena al aire libre, se celebra una comida en el barco de
Julio César, acompañados también de Cleopatra.
Una historia curiosa, en la que hay muchas habladurías. Esto es típico en
un pueblo pequeño, tal y como es la aldea de los galos irreductibles, en el que
todos conocen a todos. Además, desde el principio, aparecen las típicas
creencias que se les cuenta a los niños para no tener que hablar de sexo.
Obélix aún cree que son las cigüeñas que traen a los niños. Al final del cómic,
Obélix intenta contarle cómo se procrean las abejas, para ir introduciendo al
tema del sexo un poco más a Obélix, pero no le entra en la cabeza porque aún
sigue con la idea de las cigüeñas. Como siempre, también aparecen palabras o frases
en latín:
- Signa inferre! (¡Adelante!)
- Praege! (¡Marchad!)
- Concursu! (¡A paso de carga!)
- Ad gladios! (¡A las armas!)
- Infestis pilis! (¡Apuntad!)
- Quod erat demonstrandum! (¡Lo que se quería demostrar!)
- Argumentum baculinum! (¡La fuerza hace el derecho!)
- Fossa. (Zanja.)
- Agger. (Dique.)
- Vallum. (Muro.)
- Cassis. (Casco de los legionarios.)
- Non licet ómnibus adire brivatum! (¡No está permitido que todos salgan a caminar!)
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