René Goscinny (1926-1977), guionista, y Albert Uderzo (1927-2020),
dibujante, trajeron al mundo unas historias magníficas de galos contra romanos.
Estas historias se basan directamente en el personaje principal, Astérix, con
su amigo Obélix, que viven en un poblado galo resistiendo al invasor romano. En
estas historias, además, hay otros personajes que casi siempre aparecen, como
Panoramix, el druida del pueblo, Abraracúrcix, el jefe del poblado, y
Asseguratórix, el bardo. Las historias fueron publicadas en cómic en formato de
tomo grande, como otras historias conocidas, tales como Mortadelo y Filemón,
Tintín, etc.
El décimo primer tomo, la versión catalana distribuida por
grijalbo/dargaud, es Astérix EL ESCUDO ARVERNO, con el título en catalán Astérix L’ESCUT ARVERN. En esta
ocasión, la historia comienza con la rendición de Vercingèrtorix, el galo, tirando
sus armas (incluyendo el escudo Arverno) ante los pies de Julio César, aunque
un pequeño poblado resista la invasión gracias a la poción mágica del druida
Panoràmix. Resultó que el escudo se perdió de vista y pasó a manos de
diferentes personas, hasta que llegó a las manos de un galo. César busca el escudo
para tener la prueba de la rendición de Arverno. Mientras, Abraracúrcix tiene
un dolor de estómago por su mala dieta. Panoràmix le envía a unos baños
termales. Astérix y Obélix le acompañan. Ahí se enteran de lo que busca César
mediante un espía romano. Lo curioso que el dueño actual del escudo es
Abraracúrcix. Julio César aparece justo cuando Abraracúrcix lo sacan encima del
escudo de Arverno. César recula y decide que lo ocurrido quede en el olvido.
Esta historia es algo curiosa, pues cuenta cómo Abraracúrcix consiguió el
escudo por el que siempre le llevan encima sus súbditos. Siempre es bueno tener
alguna historia sobre los elementos de los personajes, sobretodo si es algo tan
importante como el escudo por el que siempre es transportado el jefe del
poblado galo irreductible. En este número, como siempre, aparecen algunas
frases en latín:
- Diem perdidi! (Día perdido.)
- O tempora! O mores! (¡Oh tiempos, oh costumbres!)
- Vade retro! Audaces fortuna juvat! (¡Atrás! ¡La fortuna favorece a los atrevidos!)
- Ab imo pectore, bravo, oh, César! (¡Desde el fondo de mi pecho, bravo, oh, César!)
- Vulgus. (Vulgar, ordinario.)
- Carpe Diem. (Aprovecha el día.)
- Bis repetita. (Repetido dos veces.)
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