La genialidad de Terry Pratchett
es algo que se puede apreciar en toda la saga de Mundodisco, pero en RONDA DE
NOCHE, la vigésimanovena novela de la magnífica historia de una tierra encima de
cuatro elefantes gigantes encima de una grandiosa tortuga que viaja por el
espacio, la genialidad queda impregnada.
Atrás, en el libro, se puede leer lo siguiente: “Sam Vimes, de la Guardia Nocturna de Ankh-Morpork, lo tenía todo. Pero
ahora una tormenta lo ha enviado de regreso a su tumultuoso y violento pasado.
Vivir en el pasado resulta duro, aunque morir allí sea increíblemente sencillo.
Vimse debe sobrevivir a toda costa, porque tiene trabajo por delante: calzarse
unas botas de sueelas desgastadas para seguir la pista a un asesino maníaco,
enseñar a ser un buen poli al joven que él mismo fue y, sobre todo, cambiar el
final d una revolución sangrienta. Solo hay un problema: si lo hace bien, puede
perder a su esposa, al hijito que está por nacer y todo su futuro. Ronda de noche, para muchos la mejor
novela de Terry Pratchett, es la historia de una revuelta en clave Mundodisco.
Con altercados, disturbios, barricadas y una República Popular. Con
granujillas, damas de afecto negociable, rebeldes, policía secreta y otros
hijos de la revolución.”
Así pues, Sam Vimes viaja al pasado por culpa de una tormenta temporal ocasionada
en la historia de Ladrón del Tiempo, mientras estaba en busca de un asesino,
Carcer Dun. Pronto se da cuenta de que está en el pasado y pasa a ser John Keel,
el héroe y mentor de él mismo, Sam Vimes, cuando era mucho más joven.
Lu-Tze, “el Barrendero”, el mayor maestro de los Monjes de la Historia,
orienta ligeramente al Sam Vimes del futuro para que haga lo que hizo su mentor,
tal y como sucedió en un pasado… o tal como él recordaba. Es un juego muy
peligroso, pero al final sucede que todo lo que sucedió vuelve a suceder,
cerrando el bucle como toca.
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