jueves, 16 de mayo de 2024

Colección Studio Ghibli: Ponyo en el acantilado

El Studio Ghibli siempre se ha caracterizado por contar historias con una profundidad sin igual. Incluso en sus inicios, cuando aún no se había estrenado ninguna película, pero sí series, tales como Marco, Heidi, Sherlock Holmes y Conan, el niño del futuro. Cada una de estas historias tuvo muy buena acogida. En la primera película del Studio Ghibli, Nausicaä del valle del viento, se pudo ver la profundidad de una historia pos apocalíptica, donde se intenta inculcar en jóvenes y mayores la importancia de tener sinergia con la naturaleza y no querer dominar a nuestros semejantes con el poder. Esta película se estrenó en 1984. Algunas de las películas del Studio Ghibli han sido muy aclamadas y han conseguido premios, películas tales como La princesa Mononoke o El viaje de Chihiro. La gran mayoría de las películas fueron dirigidas por Hayao Miyazaki, aunque no todas. En 2006, Goro Miyazaki, hijo de Hayao Miyazaki, dirigió la película Cuentos de Terramar. En 2008, Hayao Miyazaki volvió a dirigir otra película, con el título en español Ponyo en el acantilado, siendo el título en inglés Ponyo on the Cliff by the Sea y el título original Gake no Ue no Ponyo. Además, la banda sonora fue realizada por Joe Hisaishi, un pianista y director de orquesta que ha acompañado a Hayao Miyazaki en su largo recorrido en el Studio Ghibli. En la edición en DVD en caja metálica, se puede leer la siguiente sinopsis:

Ponyo en el acantilado narra la historia de amor y amistad entre un niño llamado Sosuke y una curiosa pececita roja con poderes mágicos llamada Ponyo. Cuando el niño la rescata de entre la basura del mar, Ponyo decide que quiere convertirse en humana y estar siempre al lado de Sosuke a pesar del temor y la negativa de su padre: un hechicero del mar. Una verdadera obra de arte repleta de magia que enseña a los niños la importancia de la naturaleza y de la amistad por encima de cualquier cosa.

(Cuidado: spoilers). La historia de Ponyo es una historia de amistad, amor e inocencia. Una pececita, algo más mayor que otras, se escabulle de su padre, un hechicero del mar que lleva mucho tiempo acumulando magia del mar para volver a una era acuática y destruir gran parte de la humanidad por ser tan destructora del medio ambiente. La pececita se queda atrapada en un bote de cristal y la encuentra Sosuke, un niño hijo de una familia que vive en el faro del lugar, el padre trabaja en un barco y la madre en una residencia de ancianos. Sosuke alimenta a la pececita, aunque antes le llega a chupar una herida, curándosela. Sosuke intenta cuidarla y le da el nombre de Ponyo. Se la llega a enseñar a su madre y a unas ancianas de la residencia. Una anciana se asusta porque es una pececita con cara humana y es un presagio de huracán. El hechicero del mar recupera a Ponyo y la encarcela. Ponyo ya habla y quiere estar con Sosuke. Incluso hace que se le aparezcan patas y brazos, aunque parecen de pollo. El hechicero del mar la apacigua bebiendo brebajes potenciadores y se va en busca de la diosa del mar. Ponyo logra liberarse gracias a sus pequeñas hermanas. Ponyo cae en el pozo de la magia que el hechicero había estado acumulado durante tanto tiempo. Provoca el caos. El pueblo tiene que resguardarse del huracán. Ponyo llega otra vez Sosuke. Junto a la madre de Sosuke, pasan una tarde y una noche agradable. Pero al día siguiente la madre se va para ayudar en la residencia y Sosuke se queda con Ponyo. Pero viendo que no vuelve la madre, Ponyo agrandece un barquito de juguete para poder navegar. Ponyo se cansa después de gastar tanto poder. A Sosuke le cuesta encontrar a su madre. Eso es porque está junto a la diosa del mar y al hechicero del mar, junto a algunas residentes que vuelven a disfrutar del bienestar temporal. Si Sosuke y Ponyo realmente tienen un amor verdadero, la diosa del mar la convertirá en humana, aunque así perderá sus poderes. Sosuke y Ponyo pasan la prueba y todo vuelve a la normalidad.

En esta historia, uno puede ver lo destructor que puede ser el ser humano con la naturaleza. El simple hecho de navegar con barcos en el mar provoca una suciedad que es insostenible. Los restos de plásticos, latas, baterías, colillas, entre otra mucha basura, llenan las playas, calas, costas y los puertos. Existe buena gente que voluntariamente recoge dicha basura y la llevan a reciclar, pero lo que no debería ocurrir es que existiera gente que tirase dicha basura en la naturaleza. Un gran porcentaje de turismo es dañino y tóxico para la naturaleza. Por desgracia, los gobiernos permiten que esto ocurra por dinero. El ser humano parece ser que está destinado a su destrucción. Es normal que quizás debería ocurrir algo, aunque fuera fantástico, mágico, divino o extraterrestre que permitiera a este mundo detener tanta destrucción y volver a regenerarse.

La historia de Ponyo podría confundirse con una historia de una sirenita. Es muy parecida, pues es un ser acuático que tiene el pensamiento de querer investigar el exterior. Ve a un niño humano y se enamora de él por su pureza y su empatía. En este caso es un amor inocente entre dos criaturas, de una edad similar. Al igual que la historia de La Sirenita, Ponyo hará lo posible para lograr su objetivo.

La música de esta película está bastante orientada para niños. A pesar de que la historia es bastante profunda, realmente es una película pensada para un público realmente joven, para intentar inculcar, desde la más tierna infancia, lo importante que es cuidar de nuestro entorno, especialmente el marino. Además, es una historia didáctica, pues hay varios momentos en los que se pueden ver incluso criaturas prehistóricas. Lo curioso es que Sosuke conoce dichas criaturas y las nombra por su nombre científico. Es una película que incluso se podría usar como material didáctico. Pero se nota mucho que es una historia más bien dirigida para niños por la canción principal de la película, donde Joe Hisaishi es el director de la orquesta principal, pero también hay una colaboración con Naoya Fujimaki, que canta la canción. Al igual que ya pasó con Mi vecino Totoro, Ponyo en el acantilado es una historia juvenil, pero muy profunda.





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