El Studio Ghibli se
ha caracterizado por historias profundas, historias con un trasfondo realmente
increíble e innovador. Algunas historias incluso tienen algún nexo entre las
mismas. Por poner un ejemplo, en la primera película, Nausicaä del Valle del Viento (Kaze no Tani no Naushika), aparecieron
unas criaturas, las ardilla-zorro. Estas mismas criaturas aparecieron también
en la película Castillo en el cielo (Tenkû
no Shiro Rapyuta). Otras historias nos han penetrado de tal forma que nos
pueden haber ocasionado un dolor inolvidable, como la película de La tumba de las luciérnagas (Hotaru no
Haka), una historia referente a las penalidades de dos infantes en la Segunda
Guerra Mundial, concretamente en lo ocurrido en Japón. La princesa Mononoke (Mononoke-hime), El Viaje de Chihiro (Sen to Chihiro no kamikakushi) y El Castillo Ambulante (Hauru no Ugoku
Shiro) han sido realmente películas impactantes que nos han dejado momentos y
personajes inolvidables. Pero en 2010 se estrenó Arrietty y el mundo de los diminutos (Karigurashi no Arietti), con guion
de Hayao Miyazaki y dirigida por Hiromasa Yonjebayashi, una película con una
inmensidad de detalles impresionantes, una magnífica calidad de ilustraciones,
una fantástica historia, unos personajes muy bien definidos y un acompañamiento
musical excelente. En la parte trasera de la caja de la película DVD en edición
metálica, se puede leer lo siguiente:
“Arrietty y el mundo de los diminutos cuenta
la historia de una familia de pequeños seres, de apenas 10 cm. De altura, que
viven en una casita oculta bajo las tablas del suelo de una mansión campestre.
Estos diminutos seres tienen la norma de no dejarse ver nunca por los humanos;
sin embargo, su tranquila existencia cambia cuando la joven Arrietty, una audaz
adolescente, es vista accidentalmente por un niño que se acaba de establecer en
la casa debido a su delicada salud. Entre ambos surgirá una fuerte amistad,
pero a la vez la existencia de estos seres se verá peligrosamente amenazada.”
Existen varias
historias sobre seres diminutos que habitan entre nosotros, los seres humanos.
Algunas de estas historias coinciden en que estos seres diminutos son iguales
que los seres humanos, pero de un tamaño muy reducido. No son enanos ni
hobbits, sino un tamaño parecido a la historia de Los viajes de Gulliver, los liliputienses. Arrietty y el mundo de
los diminutos está basado en la novela infantil The Borrowers, aunque también podría estar basado en otras historias
similares, como The Littles, novela
infantil de la que se hizo una serie de animación con el mismo título,
traducida en España como Los Diminutos.
(Cuidado:
spoilers). En esta ocasión, la historia trata de Shō, un niño con problemas
cardíacos pendiente de una operación. Le mandan reposo y va a descansar a la
casa de campo de su Sadako Maki, su abuela, la cual tiene una criada, Haru. Nada
más llegar, ve de refilón a Arrietty, pero se lo guarda para sí mismo. Dentro
de la casa hay una casa de muñecas que la mandó diseñar el padre de Sadako,
pues llegó a ver a los diminutos y quería ayudarlos, pero nunca más los volvió
a ver. Arrietty vive con su familia: Pod, su padre, y Homily, su madre. Viven a
base de incursiones, tomando prestado pequeños utensilios o comida para
sobrevivir. Viven en una pequeña casa debajo de la casa de campo. Shō solo
quiere ayudar, pero la familia de Arrietty decide dejar la vivienda por haber
sido vistos y por la peligrosidad de vivir con humanos que saben de su
existencia. Esta decisión se fortifica por culpa de Haru, la criada, que quiere
cazarlos. Caza a Homily, la madre de Arrietty. Es salvada gracias a Shō. Huyen
con un joven diminuto, Spiller, pero el gato avisa a Shō para poder despedirse
de Arrietty. En la despedida, Shō deja bien claro que tiene la esperanza de
sobrevivir, pues ahora tiene el corazón más fuerte y desea vivir para poder guardar
en su corazón el recuerdo de haberla conocido.
La historia es
bastante triste, si uno se la pone a pensar. Una familia que vive sola, sin
tener contacto con ningún otro ser de su propia especie. Cuando tienen
problemas, al final el padre decide buscar ayuda para mudarse a otro lugar.
Encuentra a Spiller, quien les ayudará para mudarse con su familia. La especie
parece que está en declive, en extinción. Pero si uno se lo pone a pensar, Arrietty
podrá continuar la especie con Spiller. Por desgracia para Arrietty, no tiene
mucho para elegir, al menos según se ve en la historia. La intención es
sobrevivir y continuar la especie, cueste lo que cueste y sin ser vistos por
los seres humanos, que tienden a experimentar o investigar a otros seres que
consideran inferiores. Si hubieran tenido buen entendimiento con el padre de
Sadako, seguramente hubieran podido vivir perfectamente en la casa de muñecas
que fue diseñada para ellos. Una pena el seguir la norma de no ser vistos por
seres humanos de forma tan estricta. Es verdad que el ser humano es
despreciable, pero no todos; algunos tan sólo quieren ayudar.
La música de Cécile
Corbel acompaña la banda sonora de esta película. La voz de dicha cantautora es
perfecta para la película, una voz delicada y, además, acompaña sus melodías con
un arpa, un instrumento que combina muy bien con la obra de animación.
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