Mi
hermana menor, hará muchos años, se aficionó a contestar encuestas por Internet
en las que dieran un beneficio, ya sea en dinero o en puntos canjeables por
elementos o vales. Entró en nicequest,
una página de encuestas, donde otorgan unos puntos, antes llamados caracolas,
que pueden intercambiarse por artículos o por vales. El día 3 de abril de 2014
pude entrar, por invitación, a dicha página. Desde entonces, he ido haciendo
las encuestas que me envían. A veces, por falta de tiempo, no he podido
contestar algunas de estas encuestas, pero últimamente intento no dejarme
ninguna.
Durante
un tiempo, he ido acumulando bastantes puntos, hasta que conseguí un vale de
50,00 € para gastar en El Corte Inglés.
Fui un día para poder conseguir el vale, donde tuve que hacer una cola de casi
una hora. Una vez conseguido el vale, fui al supermercado para ver lo que me
podría interesar en un futuro, pero al final no canjeé el vale. Otro día volví
y adquirí, con dicho vale, varios caprichos, tales como chocolates, bombones,
polvorones y turrones. Compré un turrón que, por norma general, no hubiera
comprado nunca, por el precio tan elevado. Se trata de un turrón gourmet. Es de
la marca Torrons Vicens, la versión
de Albert Adrià natura,
concretamente el turrón de miel y limón.
Me pareció muy curioso el estilo del turrón, que simula un panal de miel. En la
parte trasera, se puede leer lo siguiente:
“Torrons Vicens ha combinado la alta
gastronomía y la tradición turronera de Agramunt para crear un nuevo concepto
de turrón. Estos turrones han sido elaborados con ingredientes de máxima
calidad y con un denominador común, la pasión por el turrón, que ha unido al
prestigioso cocinero Albert Adrià y a nuestro maestro turronero Ángel Velasco.”
Es
un turrón de un sabor curioso. La parte exterior es ligeramente dura, como si
de una tableta de chocolate fina se tratase, pero el interior es blandito. El sabor
es muy potente. Con un pequeño trocito ya es suficiente. Es posible que esa sea
la ventaja de este tipo de turrón, pues con tan sólo un poco uno queda
satisfecho. Es bueno haber probado un turrón nuevo, para poder comparar.
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