Desde hace siglos, la humanidad ha creído en la existencia de otros seres
inteligentes fuera del planeta Tierra. Es una teoría que aún no ha sido del
todo probada, pero podría ser posible. Es más, debería ser posible, porque es
absurdo creer que somos los únicos seres inteligentes en un universo tan
grande. Existen abundantes películas y series de ciencia ficción, donde
aparecen especies extraterrestres inteligentes, a veces amigos y a veces enemigos.
En 1997, se estrenó Men in Black (Hombres de negro), una película
protagonizada especialmente por Will Smith y Tommy Lee Jones. En la parte
trasera de la caja del DVD EDICIÓN DEL COLECCIONISTA, se puede leer la
siguiente sinopsis:
“Los agentes J (Will Smith) y K
(Tommy Lee Jones) forman parte del secreto mejor guardado del Universo: LOS
HOMBRES DE NEGRO.
Ellos conviven diariamente
con extraterrestres que han elegido la tierra como lugar de residencia, sin que
nadie conozca su existencia. Su misión es proteger al mundo de la escoria del
Universo.”
(Cuidado: spoilers). Un extraterrestre bicho llega al planeta, en búsqueda
de la Galaxia de Orión. Aterriza en una casa de campo, se come al dueño de la
casa, llamado Edgar, se disfraza de él y va en búsqueda de la Galaxia.
Mientras, James Edwards III (Will Smith), que trabaja como policía, persigue a
un delincuente. Resulta ser un extraterrestre, aunque él sólo vea unos ojos
extraños antes de que se suicide. El Agente K (Tommy Lee Jones) recluta a James
y le dan una nueva identidad: Agente J. Se dan cuenta de que muchos
extraterrestres que habitan la Tierra quieren huir de la misma, porque notan
que se avecina una catástrofe que puede destruir la Tierra. Esta catástrofe es
la muerte del guardián de la Galaxia, asesinado por el extraterrestre bicho,
algo que hace saltar las alarmas de unos extraterrestres muy avanzados que
llegan a la Tierra con la amenaza de destruir la misma si no les devuelven la
Galaxia en un corto espacio de tiempo. El Agente K y el Agente J van en
búsqueda de la Galaxia. Primero van a visitar a la morgue al guardián de la
Galaxia, donde está la forense Laurel Weaver (Linda Fiorentino). El guardián de
la Galaxia resulta que está moribundo,
dentro de su cuerpo humano, y logra decir estas últimas palabras: “para evitar
la guerra, la galaxia está en el cinturón de Orión”. Su gato está rondando por
la zona. Van a consultar a un alienígena disfrazado de pug, un perro, y les
dice que la Galaxia está alojada en una pequeña joya. El Agente J intuye que
está en el collar del gato y vuelven a la morgue. El extraterrestre bicho ya
está ahí y logra hacerse con la joya y también se lleva a Laurel. Su intención
es huir del planeta Tierra, por lo que va a las torres de observación de la
Feria Mundial de Nueva York, en Flushing Meadows-Corona Park, que resultan ser
dos auténticos platillos volantes. Uno logran destruirlo antes de que huya. Al
final, gracias a la distracción del Agente J, logran destruir al extraterrestre
bicho. El Agente K quiere volver a su antigua vida, por lo que le pide al
Agente J que le borre la memoria, y el Agente J recluta a la forense.
Una de las curiosidades de esta película es que muestra una teoría: una
galaxia puede ser tan pequeña como una joya que cuelga del collar de un gato.
Pero, además, como se muestra al final de la película, nosotros también podemos
estar dentro de una galaxia y ésta puede ser usada como canicas en un juego de
unos seres extradimensionales. Una película que, sin duda, es curiosa, graciosa
y entretenida, con teorías muy alocadas sobre la vida en la Tierra y la vida
extraterrestre y la posibilidad de que los extraterrestres ya están viviendo
entre nosotros desde hace largos años, disfrazados de humanos o incluso de
animales.
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