En
el IES Pau Casesnoves, un Instituto
de Educación Secundaria en Inca (Islas Baleares, España), al final del curso de
4º de ESO, hicimos unos cuestionarios de orientación para saber a qué trabajos
éramos afines en aquel momento. Mi primera orientación era ser Técnico
informático. Para ello, tenía que hacer el curso de grado medio de informática
que había en aquel momento. El problema: sólo se hacía en un instituto en Palma
y no tenía dinero para ir cada día a Palma. Por ello, tuve que optar por mi
segunda elección de aquel momento: el ciclo de FP de grado medio de Gestión administrativa.
El
primer día de clase, nuestra tutora, Manola, nos dio una fotocopia del resumen
del curso. Un curso compuesto de diferentes módulos:
“Comunicació,
Arxiu de la información i Operatòria de Teclats (160 h)
Gestió
Administrativa de Compra-Venda (95 h)
Gestió
Administrativa de Personal (95 h)
Comptabilitat
General i Tresoreria (160 h)
Productes
i Serveis Financers i d’Assegurances, bàsics (130 h)
Principis
de Gestió Administrativa Pública (95 h)
Aplicaciones
Informàtiques (160 h)
Formació
i Orientació Laboral (65 h)
Formació
en Centres de Treball (340 h)”
El
curso fue 2001-2002. Durante este año de curso, hicimos todos los módulos,
menos uno, el de FCT (Formación en Centros de Trabajo). Este último módulo lo
hicimos en el curso 2002-2003, a principio de curso. Esto provocó que perdiéramos
un año entero de estudios, pero la intención era hacer prácticas y, si había suerte,
quedarnos en la empresa. En aquel momento, aquellos que tenían más puntuación
elegían primero la empresa. Por suerte, fui el primero de mi grupo y el segundo
entre los dos grupos. De Binissalem éramos un total de 3 estudiantes, dos
chicas y yo. La única empresa disponible en Binissalem era Buades, una empresa
con un amplio Departamento de Administración. Sólo podían entrar 2 alumnos. El
día de la elección de las empresas, nos reunimos las dos clases en una misma
aula. Algunas compañeras de la otra clase me intentaron convencer de cambiar de
idea. Una alumna sabía que iba a entrar, por su puntuación. La otra estaba
llorando, desesperada, pues sabía que yo iba a elegir Buades. Elegí Buades,
obviamente, para no tener que desplazarme cada día y perder un dinero que
sabíamos que luego no íbamos a recuperar. Me supo mal por la chica, pero lo que
no podía hacer era condenarme a perder más tiempo y pagar un dinero que ni tan
solo tenía. Así que hice las prácticas en Buades. Curiosamente, al final me
quedé un tiempo, a final de año y principio del siguiente, para ayudar en el
Inventario de final de año. No me contrataron directamente, sino a través de
una ETT. Luego, aunque había espacio para contratar a un alumno, al final no
nos contrataron a ninguno de los que veníamos del IES Pau Casesnoves, pues
entró un familiar de uno de los jefes que ni tan solo tenía estudios, vamos, un
enchufe familiar.
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