Yuu Watase, una
ilustradora de mangas japonesa, se hizo muy famosa con la historia Shishunki Miman Okotowari (Niños no, gracias). Pero
también se hizo famosa con la historia Fushigi
Yugi (Juego misterioso). Fue publicada en la revista Shōjo Comic de la
editorial Shogakukan. La historia se divide en capítulos, normalmente de unos
seis capítulos cada manga. En la portada del décimo octavo tomo aparecen Miaka
y Taka juntos con una vestimenta china, y Tian-gang en la contraportada. En el
interior, se puede leer lo siguiente:
“Tian-gang le arrebata las piedras a Taka,
por lo que éste deja de reflejarse en los espejos. Mientras se repone de la
sorpresa, otro “Tamahome” aparece ante los demás. ¿Qué harán Miaka y sus
compañeros ante el nuevo Tamahome, que no sólo lo recuerda todo, sino que
conserva además sus poderes de Estrella y el símbolo de demonio en la frente?
Éste es el último tomo de una popular aventura fantástica.”
Además, en la
primera página, se incluye un resumen de lo ocurrido hasta ahora, que es el que
se puede leer a continuación:
“Miaka Yûki es una estudiante de primero de
instituto que acaba de finalizar una increíble aventura en el libro EL UNIVERSO
DE LOS CUATRO DIOSES. Mediante el poder de Suzaku, una de las criaturas
sagradas, Tamahome, su amor en el libro, se reencarna en el mundo real donde
logran volver a encontrarse.
Pero Suzaku aparece una vez más ante la feliz Miaka y la advierte
de la existencia de un demonio. Para poder vencerlo, Suzaku pide la ayuda de Miaka
y la de su novio Taka y penetra en el reloj de pulsera de ésta. Empleando el
poder de Suzaku, Miaka puede volver al interior del libro durante períodos de
una hora y así comienza una nueva aventura.
De nuevo en el libro, Miaka se encuentra con Tian-gang,
el demonio, que les informa de que su amor quedará destruido y de que Taka
desaparecerá. Para evitar que esto suceda, deben reunir siete piedras.
Miaka y Taka consiguen reunir cuatro de las piedras, pero
Tian-gang apresa a Taka y las destruye todas. Además, Fei-gao, un antiguo amigo
de Chichiri, ataca a Miaka y a sus amigos. Finalmente logran derrotarle, pero
un nuevo “Tama-home” aparece ante ellos.”
(Cuidado:
spoilers.) Tamahome dice a Miaka y a las estrellas de Suzaku que despertó hará
dos días en un santuario y llama a Taka su sombra sustituta. Aparece Yong-hou,
el cuarto señor de los infiernos. Luchan contra él. Miaka sale herida. Taka
decide volver al mundo real, pues piensa que ya no hace falta. Resulta que
Yong-hou está engañándoles para que piensen que Taka ya no es necesario. Miaka,
por la llamada de Taka desde el mundo real, vuelve con él. Tamahome se siente
ofendido. Yong-hou ataca a los demás con sus hilos. Miaka y Taka tienen
relaciones. Miaka se enfrenta a sus padres y les dice que se quedará con Taka. Miaka
y Taka deciden volver al universo de los cuatro dioses, despidiéndose de Yui,
Keisuke y Tetsuya. Decididos a vencer, van a luchar contra Tian-gang. Nyang-nyang
les transporta. Tamahome, a través de Yong-hou, lucha contra Miaka y Taka. Tamahome,
cuando ataca a Taka, Miaka se pone por delante. Casi muere. Taka se une a Tamahome,
por lo que destruyen a Yong-hou, que era un muñeco. Mitsukake cura a Miaka. Juntos,
Taka y Miaka convocan a Suzaku y él los libera de Tian-gang, junto a los otros
tres dioses del universo de los cuatro dioses. Desean seguir juntos en el mundo
real, recordando los buenos momentos que tuvieron con los personajes del
universo de los cuatro dioses.
Por fin, la
historia ha finalizado. Como era evidente, con un final feliz, en el que el
antagonista principal de esta última historia acaba destruido y los deseos de
Miaka y Tamahome son cumplidos, pudiendo vivir juntos gracias a su amor. Es
curioso el hecho de que los cuatro dioses se unan para destruir a Tian-gang.
Seguramente era porque, a pesar de las enemistades que puedan tener entre los
mismos dioses, no iban a permitir que un demonio se convirtiera en un dios.
Este final da a entender que los personajes que murieron, especialmente las
estrellas de Suzaku, se reencarnarán, ya sea en el mundo del universo de los
cuatro dioses o bien en el mundo real. Curiosamente, al final de la historia,
aparece un niño, que es el hijo de Miaka y Tamahome, seguramente surgido de la
primera vez que tienen relaciones sexuales.
Yuu Watase, desde
el comienzo del manga, nos va informando de momentos que ella considera
importantes. Pero hay un momento que informa que no se lean dichos textos hasta
finalizar el tomo. Eso es porque comenta cosas que podrían considerarse
spoilers. Así que lo suyo es leer primero todo el manga y luego volver atrás
para leer cada uno de los escritos que introdujo Yuu Watase. Al final de todo,
Yuu Watase agradece las cartas de los fans, un texto con el título Xie Xie Ni,
que significa muchas gracias. Finaliza con Wo Ai Ni, que significa Te amo.
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