Yuu Watase, una
ilustradora de mangas japonesa, se hizo muy famosa con la historia Shishunki Miman Okotowari (Niños no, gracias). Pero
también se hizo famosa con la historia Fushigi
Yugi (Juego misterioso). Fue publicada en la revista Shōjo Comic de la
editorial Shogakukan. La historia se divide en capítulos, normalmente de unos
seis capítulos cada manga. En la portada del noveno tomo aparece Miaka abrazada
de Tamahome, y Amiboshi, una estrella de Seiryû, en la contraportada. En el
interior, se puede leer lo siguiente:
“A pesar de haber derrotado a Ashitare,
Nuriko ha sufrido heridas muy graves y muere ante los ojos de Miaka y Tamahome.
Miaka no quiere arriesgar más las vidas de sus compañeros y piensa abandonar en
su misión de convocar a Suzaku. Pero arropada por el cariño de Tamahome y las
estrellas restantes, se dirige hacia el lugar en el que se encuentra el “Tesoro
de los Dioses”. Éste es el noveno tomo de una popular aventura fantástica.”
Además, en la
primera página, se incluye un resumen de lo ocurrido hasta ahora, que es el que
se puede leer a continuación:
“Un día, Miaka y Yui, amigas íntimas que
preparan los exámenes de entrada al instituto, encuentran en la biblioteca EL
UNIVERSO DE LOS CUATRO DIOSES, un libro antiguo a cuyo interior se ven
transportadas. Dentro del libro, Miaka se convierte en sacerdotisa y se enamora
de Tamahome. Por su parte, Yui adopta el papel de sacerdotisa de Seiryû, lo que
la convierte en enemiga de Miaka. Si Miaka convoca al dios Suzaku, éste
cumplirá tres de sus deseos, pero para ello debe obtener antes “el tesoro de
los dioses”. Para ello viaja a Bei-jia junto a sus compañeros, las siete
estrellas de Suzaku, entre las que se encuentra Tamahome. Nuriko, estrella de
Suzaku, se enfrenta al enemigo ante la caverna que contiene el “tesoro de los
dioses” y pierde la vida en el intento.”
(Cuidado:
spoilers). Entierran y se despiden de Nuriko. Tamahome le entrega a Miaka los
brazaletes de Nuriko. Entran en la caverna, pero lo custodian dos espíritus de estrellas
de Genbu. No pueden vencerlos. Miaka, logra salvarse como sacerdotisa, mediante
los brazaletes de Nurko. Pide que les ayuden y le entregan el “tesoro de los
dioses”. También consiguen la información de que deberán conseguir el “tesoro
de los dioses” que se haya en Xi-lang, el país del dios Byakko. Ahitare renace
como lobo y se hace con el “tesoro de los dioses” de Genbu, que se lo lleva a
Nakago, estrella de Seiryû. Se le aparece Tai-yi a Miaka para decirle que para
recuperar el tesoro deberá acostarse con Nakago, pues así debilitará su aura.
Pero es mentira. Es un espejismo provocado por Tomo, otra estrella de Seiryû. Tomo,
además, también confunde a las demás estrellas de Suzaku pensando que han
llegado a Xi-lang. Miaka va al encuentro de Nakago, que intenta violar a Miaka.
Tamahome llega tarde. Miaka está muy dolida, a pesar de que Tamahome no le
importa, que seguirá queriéndola y protegiéndola. Miaka huye y se cae por un
precipicio, encontrándose con quien piensa que es Suboshi, una estrella de
Seiryû.
Como ya es
habitual, a Miaka no se lo están poniendo nada fácil. No solo muere Nuriko, una
estrella de Suzaku que desde el principio había estado con ella, sino que
también deberá pasar el mal trago de que le roben el tesoro que tanto les ha
costado conseguir y, además, de ser violada. Miaka no para de huir de sus
compañeros. ¿Cómo puede ser tan tonta? ¿No ve que no hace más daño que bien cada
vez que huye de esa forma?
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