Fievel y El Nuevo Mundo, estrenada en 1986, tuvo mucho éxito en
su momento. Fue una historia muy querida por el público juvenil. Steven
Spielberg fue el productor de la siguiente película de la saga: Fievel va al oeste, estrenada en 1991,
y también con el acompañamiento musical de James Horner, un hecho muy importante
que le da más calidad aún a la historia. En la parte trasera de la edición en
DVD, se puede leer lo siguiente:
“El legendario Steven Spielberg
presenta esta deliciosa continuación de las aventuras del valiente ratón
Fievel, que cautivaron al público en Fievel y el nuevo mundo. En esta ocasión
Fievel, tendrá que confiar en viejos y nuevos amigos si quiere sobrevivir en el
salvaje oeste. Otra gran aventura para nuestro héroe y un gran entretenimiento
para toda la familia.”
(Cuidado: spoilers.) En esta nueva historia, los ratones ven que en América
también hay gatos que atacan a los ratones. Huyendo de esta agonizante vida, el
Gato Gastón engaña a los ratones y los convence en mudarse de nuevo, esta vez
al oeste. Al mudarse rápidamente, Fievel no puede despedirse de Tigre, su amigo
gatuno conseguido en la anterior aventura. Tigre está sufriendo una pérdida
amorosa, pues su gatuna se va en busca de gloria como cantante y en busca de un
gato que parezca un perro. Durante el viaje en tren, Fievel se cuela en un
vagón en el que está el Gato Gastón y su compañía mafiosa. Descubre que los
está llevando a una trampa: quieren hacer hamburguesa de todos los ratones.
Fievel se descubre por accidente y huye. La araña, miembro de la mafia, va para
atraparlo. Fievel se cae del tren y queda perdido en el desierto. Tigre va en
busca de Fievel. Se encuentran en el desierto, pero ambos piensan que son un
espejismo y siguen su camino. Fievel llega a donde está Wylie Perrales, una
leyenda perruna del oeste que pudo combatir con muchos gatos en un pasado. Pero
Wylie está viejo. Fievel busca a su familia. Los encuentra, ayudando en la
construcción de lo que teóricamente será un lugar en el que gatos y ratones
convivirán en armonía. Mientras los ratones trabajan, los gatos se divierten en
la taberna. El Gato Gastón se emociona cuando descubre a Tanya, la hermana de
Fievel, como una diva. Se la lleva a la gatuna de Tigre, que ahora está ahí.
Fievel vuelve a descubrirlos y es capturado. Intenta liberarse para contar la
verdad a su familia. Logra hacerlo, impregnándose de la colonia de la gatuna.
Fievel busca ayuda en Wylie, pero no quiere pelear. Pero si le encuentra a un
perro, lo entrenará. Fievel sabe dónde está Tigre, que ha sido proclamado un
dios de los ratones indios. Lo convence gracias al olor de la colonia de su gatuna.
Es entrenado para luchar como un perro. Después de un largo entrenamiento,
luchan contra los gatos. Salvan a los ratones de ser aplastados y echan del
lugar a los gatos y a la araña. La gatuna se enamora de Tigre y los ratones son
felices en su nuevo hogar.
De nuevo, una historia enternecedora, familiar. En esta historia, se puede
ver claramente que los ratones han sufrido un cambio. Se nota que han pasado
los años y ahora ya no son unos simples niños ratoncitos. Fievel ha crecido,
aún sigue siendo un niño y sueña como un niño. Pero Tanya ha crecido y se ha
convertido en una adolescente, que sueña en encontrar al ratoncito de sus
sueños. Como la anterior película, esta también es un musical. La mejor
canción, sin duda, es la de Dreams to
dreams, pero también aparecen canciones tales como la de Rollin’, una canción que se hizo bastante
conocida en la película The Blues
Brothers.
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