miércoles, 17 de agosto de 2022

Colección Recuerdos: CC.OO. SERVEIS FINANCERS I ADMINISTRATIUS COMFIA

Empecé a trabajar bien joven en diferentes oficios. Algunos de estos eran para ir probando qué se me podía dar bien y qué no. Aunque previamente había cotizado en diferentes empresas, tales como una viña y una lavandería, empecé a trabajar con una titulación cuando, por fin, completé el curso de Grado Medio de Auxiliar Administrativo. A partir de dicho momento, me recomendaron darme de alta en CC.OO, más conocido como Comisiones Obreras, un sindicato que defiende a los trabajadores.

Después de probar varios años trabajando como auxiliar administrativo e incluso como administrativo en alguna empresa, cursé el Grado Medio de Técnico en Electrónica en Equipos de Consumo. Aquí pude comenzar a trabajar en diferentes empresas. En la primera empresa en la que empecé a cotizar fue en la misma que había realizado las prácticas. Una empresa en Binissalem que trataban el tema electrónico a niveles bastante avanzados. Pero era una empresa muy mal gestionada. Los trabajadores estaban realmente hartos. Nada más entrar yo, al poco tiempo, se fueron varios trabajadores y entraron otros, que duraron bien poco, al menos los comerciales. En esa empresa tuve un problema grave. Hice muchos días de trabajo y, cuando se me acabó el contrato, me dieron una paga muy baja. Como necesitaba el dinero, firmé el documento de la entrega del dinero. Pero me dejaron a deber unos 1.500,00 €. La culpa era de la gerente, que aún vive en Binissalem. Fui a pedir ayuda a Comisiones Obreras. Sólo me ofrecieron un servicio para dialogar con la empresa. Vino la empresa, aunque llegó excesivamente tarde, y negó todo lo ocurrido y que había percibido lo correcto. Fue una vergüenza y Comisiones Obreras no me pudo ayudar nada más.

¿Para esto estuve pagando una cuota de sindicato? Evidentemente, me di de baja y actualmente, según mi opinión, no creo que me sirva de mucho pagar un sindicato, pues realmente los sindicatos sirven para ayudar a grupos grandes, cuando hay un problema grande en un convenio colectivo. Pero difícilmente ayudarán a un único trabajador, salvo que pague a abogados para solventar los problemas. Pero claro, si el coste que debe la empresa al trabajador es menor de lo que podría costar un abogado para poder recuperarlo, de poco sirve tener que pagar. Y menos cuando el trabajador es pobre, que fue mi caso en aquel momento, un momento en el que me vi desamparado y fuera del sistema, dando poder a empresas para hacer lo que les de la real gana.

Eso sí, esto me sirvió como experiencia y nunca más una empresa me debió nada. Si en algún momento me han intentado estafar, he tenido la sangre fría para poder conseguir lo que me tocaba. Las empresas se pueden reír mucho de los trabajadores, pero si un trabajar va vivo por la vida, no le podrán engañar tan fácilmente.




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