Desde pequeño,
siempre me han gustado las aventuras gráficas, un tipo de videojuego que tuvo
mucha repercusión en un pasado. Los videojuegos de aventuras gráficas más
conocidos son los básicos de LucasArts, una compañía que distribuyó verdaderas
obras de arte. Videojuegos tales como Manian Mansion, Day of the Tentacle, Sam
& Max: Hit the Road, The Secret of Monkey Island, Indiana Jones y la Última
Cruzada, Indiana Jones and the Fate of Atlantis, etc. Pero no sólo fue
LucasArts una compañía que distribuyera videojuegos de aventuras gráficas, sino
que también hubo otras empresas en los años 80 y 90 que proporcionaron videojuegos
de aventuras gráficas. Por ejemplo, INFOGRAMES o SIERRA, por decir un par de
ejemplos, porque existen muchas otras empresas.
Uno de mis
videojuegos preferidos en un pasado fue Simon
the Sorcerer. Tanto me gustó, que me lo pasé como 20 veces, tranquilamente.
Fue un videojuego que lo conocí gracias a un compañero de clase llamado Pau. Un
día en clase me dio unos disquetes con la copia del videojuego. A partir de
ahí, lo instalé y me puse a jugar. Me encantó. En aquel momento lo jugué con
música, pero no con voces. Posteriormente apareció una versión con voces y con
sonido envolvente.
Al principio, este
videojuego me tuvo desencajado, pues me quedé bloqueado en un punto concreto y
no avanzaba de ninguna de las maneras. Cada día intentaba algo, pero no
avanzaba. Gracias a una idea que tuve en un momento, al cabo de un mes, pude
avanzar y al poco tiempo completar el juego. Después, me lo pasé una y otra
vez, hasta que me lo sabía de memoria. Entonces, hice un “paso a paso”, un
bosquejo de cómo pasarse el videojuego. En aquella época ya era bastante habitual
poder recurrir a consejos de revistas para poder completar un videojuego. Pero
esta vez decidí crear yo el paso a paso, sin ayuda de nadie. Aún conservo dicho
bosquejo, que incluso está dividido en secciones: introducción, pueblo, bosque,
cruce de caminos, pueblo, bosque, pueblo, bosque, pueblo, castillo de los
goblins, pueblo, bosque, pueblo, bosque, pueblo, bosque, pueblo, nieves, casa
de la bruja, jardín, torre del juicio final y los terribles fosos de Rondor.
Ciertamente, no
tuve mucha maña en los títulos, pues pueblo y bosque son zonas recurrentes y
aparecen en muchas partes del bosquejo. Pero bueno, fue una buena práctica para
conseguir una buena escrita, aunque se pueden ver algunas que otras faltas de
ortografía o incluso de puntuación. Estamos hablando de que tenía unos 11 años
cuando hice este bosquejo.
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