Colección Calendarios: EL CEREBRO MASCULINO

A finales del año 1999, la ESTACIÓN DE SERVICIO de MARRATXÍ, ubicada en la Carretera de Inca Km. 8, muy cerca de uno de los cementerios más grandes de Mallorca, distribuyó una serie de calendarios para el año 2000, como regalo a los clientes de la estación de servicio. Entre varios de los calendarios, se distribuyeron dos calendarios bastante polémicos, pues tienen un grado bastante elevado de machismo: EL CEREBRO FEMENINO y EL CEREBRO MASCULINO. Actualmente este tipo de calendarios serían retirados del mercado antes de que aparecieran tan siquiera, pues el feminismo está a la orden del día.

En EL CEREBRO MASCULINO aparece un cerebro con diferentes zonas señaladas con colores, de diferentes tamaños. Cada zona está señalada con una flecha con un texto que le acompaña, describiendo cada zona, que, según la ilustración, son los temas en los que más piensan los hombres. A continuación, se indican las zonas: Área de supervisión de la entrepierna, Deportes de pelota, Compras peligrosas, Centro de puntería al inodoro, Centro de adicción a la TV y al control remoto, Sexo, Planchado, Habilidad para conducir con caja manual, Glándula de malas excusas, Partícula de escucha, Capacidad de atención, Área  de evitar preguntas personales y Célula de las habilidades domésticas. Aquí cabe destacar la zona más grande y las zonas más pequeñas. La zona más grande es referente al sexo, obviamente, ya que se presupone que un hombre siempre está pensando en ello, cuando no necesariamente es verdad. Las zonas más pequeñas son: Centro de puntería al inodoro, Planchado, Capacidad de atención y Célula de las habilidades domésticas.

Por suerte, todo ello es mentira para una gran parte de hombres actualmente. Muchos somos los que tenemos habilidades domésticas, no manchamos nunca el inodoro, sabemos planchar o tenemos buena capacidad de atención o de escucha activa. Pero se hace un recordatorio de que estos calendarios hacen ya más de 22 años que fueron creados y que la vida ha ido mejorando poco a poco. Ya no vivimos en una época en la que los hombres trabajaban y las mujeres estaban en casa. Actualmente ambos sexos trabajan y realizan labores caseras, como, por ejemplo, cocinar y limpiar, algo necesario para poder progresar, ya sea de forma individual o en pareja.