Todos, en un
pasado, empezamos de alguna forma a dibujar con diferentes técnicas. Inicialmente,
los padres o hermanos guardaron diferentes imágenes que se han podido conservar
con el paso del tiempo. Hay quienes los han perdido en mudanzas o simplemente
en diferentes épocas de limpieza de las viviendas. Pero otros aún conservamos
recuerdos de una época muy pasada. En mi caso, fue mi madre y mi hermana que
conservaron algunos de los primeros dibujos que hice cuando era pequeño, a los
4 y 5 años. Estamos hablando de los años 1988 hasta 1989.
Entre los dibujos,
inicialmente se pueden ver ilustraciones de personas, ya sea mi hermana, mi
madre, mi padre y mi abuelo, haciendo referencia a Jorge Toro. También hay
algunas ilustraciones un poco desquiciantes, como un niño con una cabeza enorme
y un niño con un inflador con el que infla a una persona a niveles abismales,
además de un dibujo algo alarmante, en el que parecen fantasmas, pero
seguramente eran personas sentadas en sillas ante un auditorio. Hay que tener
en cuenta que lo que un niño pinta a esas edades es lo que percibe en su entorno.
Si su entorno es sano, por lo general dibujará personas estimadas. Si por lo
contrario es un entorno dificultoso, seguramente las imágenes estarán llenas de
sucesos dolorosos. Por suerte, mi caso fue de los sanos. A continuación podéis
ver las imágenes.
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