En las papelerías y
en los kioscos, se distribuyeron infinidad de artículos curiosos, juguetes para
entretener y captar la atención de los más jóvenes. A veces eran por cantidades
de dinero muy bajas, por lo que se lo podía permitir la gran mayoría sin
problemas. A veces eran por cantidades excesivas de dinero, que sólo eran
dirigidas a familias de clase media o alta. En diferentes lugares, aparecieron
unos juguetes muy curiosos, llamados BOINGS,
algunos distribuidos por la empresa DE
JONGH, S.A., aunque también hubo otras empresas que distribuyeron estos elementos,
como DANONE.
Los BOINGS son unos elementos de plástico circulares abombados. Al forzarlos y llevar la parte superior hacia la parte interior, se quedaban durante un corto tiempo en esa posición. Pero, al poco rato, volvían a su forma original, provocando, con la fuerza del plástico, que botaran, dando un gran salto. Estos saltos podían ser dirigidos usando un trozo de cartón, por ejemplo. Al posicionar el cartón en un ángulo en concreto, se ponía el BOING en la posición de salto y al poco tiempo podía saltar hacia donde uno lo dirigiera. A veces, por maldades de la juventud, se orientaba hacia la cabeza de alguien, provocando un buen golpe. A continuación se pueden ver varios de muestra, además de una pequeña caja en la que venían estos elementos.
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