Continuando con la Revolución Industrial de Mundodisco, de Terry Pratchett, el trigésimotercer
libro se llama CARTAS EN EL ASUNTO. Fue numerado como el trigésimo libro de la
saga de Mundodisco por la editorial DeBolsillo.
Detrás del libro, en la contraportada, se puede leer lo siguiente: “Húmedo von Mustachen, artista de las
estafas, los timos y las apuetas fraudulentas, debe elegir entre la muerte y la
vida. O lo que es lo mismo, entre pensar unas famosas últimas palabras de
camino a la horca, o aceptar la oferta de lord Vetinari de modernizar el
moribundo servicio de correos de
Ankh-Morpork. Pasar de la honrada delincuencia a trabajar para el gobierno…
hum, difícil decisión. Tendría que reabrir la destartalada Oficina de Correos,
en la que se acumulan toneladas de cartas desde hace años. Tendría que desafiar
el sol, la lluvia, la nieve, los perros, los trolls con palos, las enormes
cosas verdes con dientes y tantos otros obstáculos en la ruta de un cartero.
Tendría que enfrentarse a su principal competencia: el equipo directivo de la
compaía de torres de señales que ha monopolizado las comunicaciones del
Mundodisco. Y tampoco estaría nada mal conseguir una cita con la señorita
Buencorazón… Tal vez haga falta un timador nato, con don de gentes y mucho
estilo, para triunfar donde otros más escrupulosos han fracasado. Puede que sea
el momento de tomar… cartas en el asunto.”
Así pues, después del sistema de Clacks, el sistema de telegrafía óptima de
larga distancia para comunicarse entre diferentes países del Mundodisco, llega
la Oficina de Correos. Realmente ya había una en Ankh-Morpork, pero era un
sistema muy lento y fue desechado por el gobierno hacía años, dejando la
oficina con una cantidad inmensa de cartas.
En esta historia entra en juego Húmedo von Mustachen, un estafador de alto
rango que han pillado y van a ahorcar por robar 150.000 dólares. Ahora bien,
simulan su ahorcamiento y Lord Vetinari, el Patricio, le ofrece el puesto de
trabajo como jefe de la Oficina de Correos de Ankh-Morpork. La idea de Húmedo
es pillar la oferta y huír a la primera de cambio. Pero eso no le funciona, ya
que el Patricio tiene ojos por doquier, además de Gólems a su mando que lo
perseguirían hasta los mismos bordes de Mundodisco.
Logra establecer un sistema de sellos que revoluciona la ciudad. Además, con
la ayuda de la señorita Adora Buen Corazón, la que se encarga de la Fundación
Gólem y defensora de los gólems, establece un sistema de reparto bastante
rápido, que compite incluso con el sistema de Clacks.
Es bastante gracioso el tema de los sellos, pues introduce en Mundodisco el
tema del coleccionismo. Previamente, ya había coleccionistas de alfileres, un
tipo de coleccionismo muy curioso, pero que es sustituido rápidamente por el
tema de los sellos. ¿Por qué? Porque encima hay variantes de los sellos, como
rarezas por ser errores de imprenta, que rápidamente pasan a valer mucho más
precio del asignado. Como cada sello tiene su valor, incluso la gente de la
ciudad empieza a usarlos como moneda de cambio. Es lo mismo tener 1 dólar en
moneda que en sello, pero lo bueno del caso es que el sello no pesa casi nada.
Vamos, que Húmedo von Mustachen inventa el sistema de sellos con el que empieza
a hacer mucho dinero… y esta vez legalmente.
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