Colección Recuerdos: IES Pau Casesnoves. Curso 2005-2006. 1º bachillerato. Economía. Problemes de percentatges

La economía es un tema muy importante en la sociedad. Las grandes empresas suelen tener departamentos en los que se estudian la viabilidad de la producción o la creación de nuevos productos; dependiendo del momento, puede ser un éxito o simplemente una pequeña ganancia extra. Uno de los puntos importantes en la economía es el uso de los porcentajes para calcular intereses, descuentos, impuestos, etc. En el curso 2005-2006, cuando hice 1º de bachillerato en el IES Pau Casesnoves, una de las asignaturas que tuve fue la de Economía. Además de la teoría, también tuvimos un tema de cálculos, en el que se enseñó a calcular con porcentajes. Ahora bien, yo ya tenía dichos conocimientos del curso de FP de grado medio de Gestión administrativa, los cuales, incluso, había puesto en práctica en algunas empresas en las que estuve trabajando como auxiliar administrativo o como administrativo.

De esta asignatura tuve buenas experiencias, pero también malas. Una de las malas experiencias que tuve fue con el profesor, que era catalanista a matar. Una cosa es defender una lengua y otra cosa es dictaminar sobre la misma, obligando a los alumnos a hablar dicha lengua. Un día, sin venir a cuento, le pregunté ciertas dudas y me dijo, delante de toda la clase: “No t’entenc.” Eso ocurrió en varias ocasiones. Hasta que al final especificó “Si no me xerres es català, no t’entenc.” Evidentemente, era mentira. Lo que quiso fue obligarme a hablar en catalán. Yo soy mallorquín. Nací en Mallorca y hablo mallorquín, una variante del catalán, aunque me expreso mejor en castellano. Pero estoy en contra de las dictaduras. Cuando algo es obligado, la situación no va bien. A partir de ese momento, tuve que hablarle en catalán, pero no me sentí nada a gusto con ello y sigo pensando que el profesor actuó incorrectamente, pues estábamos en clase de Economía, no de Lengua catalana. Por estas razones, nunca participaré en la defensa de ningún gobierno ni ningún idioma. Yo seguiré hablando castellano o mallorquín cuando quiera y con quiera, no de forma obligada.