A
pesar de que en el curso 2000-2001 perdí muchas clases por ataques de asma,
pude disfrutar de hacer algunos trabajos de instituto en 4º de ESO en el IES Pau
Casesnoves (en Inca en la isla de Mallorca, Islas Baleares). Una profesora
sustituta de Castellano, nos hizo hacer una redacción con el título LOS PROFES
DEL INSTITUTO, SI YO FUERA PROFESOR… Es curioso el hecho que actualmente soy
profesor, por lo que se pueden analizar algunos puntos de los que hablé en su
momento, cuando tenía entre 16-17 años. Mi redacción fue la siguiente:
“En el instituto hay muchos profesores, tanto
del sexo masculino como del femenino. Al haber tantos, hay de diversas formas
físicas: gordos, flacos, altos, bajos, calvos, con pelo… Muchos alumnos se ríen
y ponen motes a algunos profesores, sólo por su físico. Ser profesor no es un
trabajo cansado, pero puede ser algo agobiante. Para llegar a serlo, hay que
estudiar muchos años.
Intentaré ir al grano. Hay
profesores que hacen muy bien su trabajo y disfrutan ver que sus alumnos
progresan; en cambio, hay de otros que hacen su trabajo siguiendo el programa
de la asignatura, sin importarles que los alumnos puedan seguirlo o no. ¡Cómo
si fuéramos robots! Hay de otros que mandan mucha tarea de un día a otro, sin
pensar que un día tan sólo tiene 24 horas y que los alumnos tienen que
descansar un poco. Hay de otros que cuando ponen un examen un día determinado,
les importa un rábano que ese día ya lo tengamos ocupado por otro examen, ellos
lo ponen y se acabó.
Hay de otro tema del que
hablar. A algunos profesores les gusta presumir de sus posesiones y de su buena
vida. Oí decir a ciertos profesores que, perdiendo el tiempo enseñándonos,
cobraban poco. ¿Poco? ¡Uno de ellos dijo que cobraba 240 o más cada mes! No es
mucho, pero no es poco. Oí fanfarronear a otro de que, cada día, iba una
asistenta a limpiarle la casa por la mañana y le pegaba 1200 la hora. ¡¡No todos
podemos tener una asistenta!!
Si yo fuera profesor, intentaría
hacer todo lo posible para ser un buen profesor; no fanfarronearía de mi vida a
mis alumnos; bromearía con mis alumnos para hacer las clases más divertidas; no
mandaría deberes a casa, pero mandaría ejercicios para hacer en clase para
entender bien la asignatura; mandaría pocos trabajos y no muy largos, para que
fuera más ligero el trabajo en casa; sólo pondría un examen por evaluación; y,
lo más importante, si alguien no entendiera algo, me preocuparía por hacerlo
entender.
En resumen: los profesores
buenos son los que gustan a los alumnos y si yo fuera profesor me gustaría ser
uno de los buenos.”
Al
parecer, estoy haciendo lo que dije en su momento. No fanfarroneo. Es más, les
hago ver a todos que la vida no es fácil para nadie y suelo contar algo de mi
vida pasada, para que vean que el trayecto que he tenido no fue nada fácil para
llegar a ser profesor. No mando deberes a casa. Eso lo estoy cumpliendo. Si es
posible, todas las actividades y trabajos se hacen en clase. Si alguien
prefiere hacer otras tareas durante la clase, entonces sí que tendrá que
trabajar en casa. Suelo hacer un examen
por evaluación, aunque a veces, por petición de los alumnos, he hecho alguno
más por evaluación. Finalmente, las explicaciones intento repetirlas en varias
ocasiones, verificando con las actividades que todo se ha entendido.
Igualmente, aún me queda mucho que aprender como profesor. Cada año se aprende
algo, a veces mucho más de lo que uno pueda pensar. Es importante crecer en
conocimientos y experiencias, para poder sobrellevar la vida del profesorado de
una mejor forma.
Sí
que hay un error importante en mi redacción: ser profesor sí que puede ser un trabajo cansado. Al final es un trabajo. Es una
labor que hay que realizar. Si a uno le gusta enseñar, se pasará gusto, pero
hay que dedicar muchas horas para crear actividades, corregir las mismas, crear
exámenes y corregir exámenes, además de preparar material para que los alumnos
tengan facilidades para el proceso de enseñamiento y aprendizaje. Cada año, a
parte del trabajo, un profesor debe formarse. Son horas extras que tiene que
hacer, sin cobrar nada por ello. Pero es necesario formarse para ser un buen
profesor.
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