jueves, 6 de abril de 2023

Colección Libros: BIBLIOTECA TOLKIEN - 1. El Hobbit (J. R. R. Tolkien)

En un agujero en el suelo, vivía un hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad.

Así comienza la primera historia que publicó J. R. R. Tolkien (John Ronald Reuel Tolkien), uno de los mejores escritores del siglo XX: El Hobbit, con el título original The Hobbit. Fue publicado por primera vez en 1937, inicialmente para divertimiento de los más jóvenes de su familia. Se compone de 19 capítulos, de muy fácil lectura, recomendable para los más jóvenes que quieran introducirse en el vasto mundo creado por Tolkien. En la parte trasera de la edición BIBLIOTECA TOLKIEN, distribuida en 2002 por Planeta DeAgostini y minotauro, se puede leer la siguiente sinopsis:

Cuando, alrededor de 1930, J. R. R. Tolkien comenzó a escribir El Hobbit, hacía ya diez años que trabajaba en el vasto panorama mitológico de El libro de los relatos, que más tarde se convertiría en El Silmarillion. Así como esas crónicas tempranas narraban los mitos inmomoriales de la Primera y Segunda Edad, Tolkien pronto advirtió que El Hobbit iba ordenándose de algún modo como un relato de la Tercera, aunque las inesperadas aventuras de un pacífico “hombre de campo” no parecieran tener mucha relación con las vastas y oscuras mitologías de la Tierra Media. El estilo directo y lineal, con alusiones (que el autor deploró más tarde) a un público infantil, no impide la poderosa irrupción –unas pocas veces en términos de comedia- de los grandes temas tolkienianos (el poder, la codicia, la guerra, la muerte) que reaparecerán en una dimensión a menudo obviamente épica en El Señor de los Anillos.

La historia trata sobre una aventura que de pronto le surge a un hobbit, un pacífico y tranquilo hobbit que nada tiene de aventurero. Su misión será ayudar en la recuperación del oro de la Montaña Solitaria, una antigua mina de enanos repleta de tesoros que fue conquistada por el dragón Smaug. A continuación, un resumen de la historia capítulo por capítulo:

1. Una tertulia inesperada. El mago Gandalf visita a Bilbo Bolsón, hijo de Belladonna Tuk y Bungo Bolsón, un hobbit apacible y tranquilo que tan sólo disfruta de la vida de La Colina (La Comarca). Lo elige para una aventura, aunque él deniega. A la noche, le visitan unos enanos. Por orden de llegada, son los siguientes: Dwalin, Balin, Kili, Fili, Dori, Nori, Ori, Oin, Gloin, Thorin, Bifur, Bofur y Bombur, una compañía liderada por Thorin. Con la última llegada, también aparece Gandalf. Bilbo, como buen anfitrión, puede cumplir con las expectativas de los enanos con respecto a la comida, aunque está un poco enfadado con toda la situación, pues no tenía prevista ninguna visita como aquella. Después de cantar canciones y disfrutar de la comida y la buena compañía, se ponen a hablar de los asuntos que les concierne el encuentro. Gandalf le proporciona un mapa y una llave a Thorin, que fue de su abuelo Thror, asesinado en las minas de Moria por Azog el Trasgo. Este mapa, junto a la llave, fue dado a Gandalf por Thrain, el padre de Thorin, que lo encontró prisionero en las mazmorras del Nigromante. Bilbo Bolsón es elegido el saqueador de la compañía. Antes de irse a dormir, a Bilbo le encargan el desayuno del día siguiente, cuando deberán partir lo más pronto posible al alba.

2. Carnero asado. Bilbo despierta, desayuna y se pone a limpiar. Llega Gandalf para avisarle que le dejaron una carta en la repisa de la chimenea. La lee y le esperarán hasta las 11:00 en la posada del Dragón Verde, junto a Delagua. Se va corriendo, sin sus enseres habituales. Dwalin le da un sombrero y una capa. Gandalf les acompaña un trecho, pero desaparece sin que nadie se de cuenta. Pierden parte de la comida en un susto de los ponyes. Ven una hoguera. Se acercan y a Bilbo se le encarga que vaya a investigar. Ve a tres trolls: Guille, Berto y Tom. Bilbo quiere robar algo para demostrar su valía. Le pillan y le interrogan. Luego van llegando los enanos y los capturan con sacos uno a uno. A Thorin cuesta más, pues batalla con ellos. Bilbo, escondido, ve que no cesan de discutir entre ellos sobre cómo cocinar a los enanos. Era Gandalf, confundiéndolos con su voz, haciendo tiempo a que llegase el amanecer. Amanece y quedan petrificados. Buscan la cueva de los trolls y encuentran oro. Gandalf y Thorin encuentran hermosas vainas y espadas hermosas. Bilbo consigue un cuchillo con vaina. Salen fuera y entierran el oro para recogerlo en un futuro.

3. Un breve descanso. Continúan el viaje buscando el refugio de los elfos en Rivendel, la Última Morada, donde vive Elrond. Al ir llegando, se encuentran con los elfos, que no cesan de cantar y estar alegres haciendo bromas. Se hospedan 14 días al menos. Elrond reconoce las espadas encontradas por Thorin y Gandalf: Orcrist, la Hendedora de trasgos, y Glamdring, Martillo de enemigos, esta última llevada por el rey de Gondollin. Les ayuda también con el mapa y les descifra un mensaje oculto revelado en la noche del solsticio de verano con luna creciente: “Estad cerca de la piedra gris cuando llame el zorzal y el sol poniente brillará sobre el ojo de la cerradura con las últimas luces del Día de Durin.” Antes de partir, les provisionan de comida y les guían en sus planes de expedición.

4. Sobre la colina y bajo la colina. La compañía sigue su camino, incluyendo a Gandalf. Llegan a unas montañas y Fili y Kili encuentran cobijo en una cueva mientras hay una tormenta de relámpagos. En la distancia, ven una batalla de gigantes de piedra. En la cueva son sorprendidos y capturados por trasgos, menos Gandalf. Con canciones tenebrosas son llevados hasta el Gran Trasgo, que reconoce a Thorin. Les interroga. Reconoce Orcrist, Hendedora de trasgos, que los trasgos la llaman Mordedora. El Gran Trasgo insta a torturarlos y matarlos a todos. Gandalf aparece con una explosión y mata a Gran Trasgo. Luchan contra ellos, Gandalf llevando Glamdring, Martillo de enemigos, conocida por los trasgos como Demoledora. Huyen. A Dori se le cae Bilbo y se golpea en la cabeza.

5. Acertijos en las tinieblas. Bilbo se despierta ante una oscuridad profunda. Baja a las profundidades de la cueva. Se encuentra con una sortija, que guarda en uno de sus bolsillos. Llega a un lago. Ahí conoce a Gollum, que hacía poco había comido. Tiene interés por saber qué es Bilbo y le propone jugar a los acertijos. Si gana Bilbo, le acompañará a la salida. Si gana Gollum, se comerá a Bilbo. Se intercambian varios acertijos, los siguientes (soluciones al final):

(Gollum 1)

Las raíces no se ven,

y es más alta que un árbol.

Arriba y arriba sube,

y sin embargo no crece.

(Bilbo 1)

Treinta caballos blancos

en una sierra colorada.

Primero mordisquean,

y luego machacan,

y luego descansa.

(Gollum 2)

Canta sin voz,

vuela sin alas,

sin dientes muerte,

sin boca habla.

(Bilbo 2)

Un ojo en la cara azul

vio un ojo en la cara verde.

«Ese ojo es como este ojo»,

dijo el ojo primero,

«pero en lugares bajos,

y no en lugares altos.»

(Gollum 3)

No puedes verla ni sentirla,

y ocupa todos los huecos;

no puedes olerla ni oírla,

está detrás de los astros,

y está al pie de las colinas,

llega primero, y se queda;

mata risas y acaba vidas.

(Bilbo 3)

Caja sin llave,

tapa o bisagras,

pero dentro un tesoro

dorado guarda.

(Gollum 4)

Todos viven sin aliento;

y fríos como los muertos,

nunca con sed, siempre bebiendo,

todos en malla, siempre en silencio.

(Bilbo 4)

Sin-piernas se apoya en una pierna;

dos-piernas se sienta cerca de tres-piernas,

y cuatro-piernas consiguió algo.

(Gollum 5)

Devora todas las cosas:

aves, bestias, plantas y flores;

roe el hierro, muerde el acero,

y pulveriza la peña compacta;

mata reyes, arruina ciudades

y derriba las altas montañas.

El último acertijo de Bilbo es una pregunta que hace por error: “¿Qué tengo en el bolsillo?”, tocando el anillo. Después de varios intentos, Gollum pierde. Va hacia su isla del lago a buscar su regalo de cumpleaños, el anillo mágico que le hace invisible y con el que ha estado sobreviviendo durante siglos. Pero Bilbo lo tiene. Por casualidad, al introducir la mano en el bolsillo, se pone el anillo y queda invisible. Gollum, buscándolo con mucha ansia, pasa por al lado de él. De esta forma, Gollum lleva a Bilbo a la salida. Bilbo decide no matarlo por lástima y salta por encima de él. Llega a la puerta de la cueva, custodiada por los trasgos. Lo ven y Bilbo se vuelve a poner el anillo. La puerta tan sólo está entornada y le cuesta colarse por ahí, pero al final lo logra, perdiendo unos botones de su chaqueta. Los trasgos cesan de seguirlo por la luz del día.

6. De la sartén al fuego. Bilbo comienza a bajar la montaña, buscando a la compañía. Cuando está a punto de volver a buscarlos entre los trasgos, los oye. Aún invisible, pasa desapercibido ante Balin. Se quita el anillo y los deja a todos estupefactos y alegres. Siguen su camino. Oyen lobos y se suben a los pinos. Dori ayuda a subir a Bilbo, a punto de ser mordido. Llegan los wargos, lobos muy feroces aliados con los trasgos. Casualmente están en el lugar de reunión de los wargos, en coro al jefe gris, a quien responden. Gandalf descubre que habían organizado un ataque a los humanos junto a los trasgos, pero éstos se estaban retrasando. Gandalf les ataca con piñas ardientes, sabiendo que los lobos temen el fuego. Muchos huyen quemándose, mientras otros se quedan al mismo tiempo que van llegando los trasgos. El Señor de las Águilas se da cuenta de que algo está ocurriendo y va a investigar junto a otras águilas. Recoge a Gandalf, con quien tiene una deuda por haberle curado en el pasado, y las águilas luchan contra los wargos y los trasgos. Se llevan a toda la compañía volando a sus nidos y les dan cobijo y comida.

7. Extraños aposentos. Las águilas dejan en terreno seguro a la compañía, después de desayunar. Gandalf les informe que llegan a la Carroca, donde vive Beorn, un cambiapieles que se transforma en un oso gigante. Gandalf se presenta ante él junto a Bilbo. Da instrucciones para que vayan llegando los enanos y así presentárselos poco a poco mediante una historia. Les invita a una cena por la historia. Descansaron durante varios días, al cobijo de la casa de Beorn. Éste se transformaba de noche e inspeccionaba la zona. Una mañana vuelve muy animado, viendo que la historia era verdad. Les da víveres y les ofrece ponys y un caballo, que tendrán que dejarlos libres en las entradas del Bosque Negro, donde continuarán el camino. Les recomienda que no toquen el agua, pues produce un encantamiento de somnolencia. Beorn, transformado, les sigue el rastro para asegurarse de que sus animales vuelven con él. Gandalf les abandona temporalmente, recomendándoles que no abandonen el sendero dentro del bosque.

8. Moscas y arañas. Entran en el bosque. Van por el sendero. Llegan al arroyo, encuentran una barca para llegar a la otra orilla y cruzan de cuatro en cuatro, aunque Dwalin y Bombur irán los últimos. Bombur cae al agua cuando intentan cazar un ciervo mientras van viniendo. Tienen que llevarlo a cuestas el resto del camino y no pueden ir a buscar el ciervo porque pierden la cuerda que sujeta la barca. Thorin ordena a Bilbo que suba para ver la dirección del camino. Arriba puede ver unas hermosas vistas con mariposas de la especie emperador púrpura, pero no distingue cuál es el camino. Bombur despierta al cabo de días, con mucha hambre y todos están sin víveres. Ven luces de una fiesta élfica y van para intentar comer y beber algo. Las luces desaparecen cuando casi las alcanzan y todos se quedan perdidos y desperdigados. Les ocurre algo similar durante tres veces. En una ocasión pierden a Bilbo, que queda solo. Una araña lo ataca y la mata con la daga élfica, que bautiza como Aguijón. Encuentra a unas arañas hablando de la cacería que habían hecho de enanos. Las persigue a escondidas, las engaña y las insulta, para apartarlas de los enanos, y salva a los enanos. Cuando están a salvo, Bilbo les cuenta lo del anillo. Thorin ha desaparecido, capturado por los elfos. No es tratado con delicadeza, pues a los elfos no les agradan los enanos por una antigua disputa; los elfos opinan que les robaron; los enanos que no les pagaron un trabajo de plata y oro en bruto que les encargaron. El Rey Elfo interroga a Thorin. Al no hablar, lo manda a encerrar, dándole comida.

9. Barriles de contrabando. Atrapan a los demás enanos, pero Bilbo se escabulle con el anillo. El Rey Elfo les entrevista, pero no quieren decir nada, aunque Balin hace enfadarlo diciendo que quizás les mandaron a aquellas arañas para atacarlos. Bilbo sobrevive robando y localiza a Thorin, quien le ordena que los demás guarden el secreto. Así lo hacen. Bilbo encuentra un método para salir: por el Lago Largo llegan barriles con víveres de la Ciudad del Lago y luego devuelven estos barriles vacíos. La idea es meterlos en barriles y así huir por el río. Consigue robar las llaves a Galion, uno de los dos mayordomos, que cayó dormido por el vino de Dorwinion, pues los elfos estaban celebrando un gran banquete y los guardias aprovecharon para disfrutar. Los elfos, sin darse cuenta, liberan los barriles con los enanos dentro. Bilbo logra agarrarse a uno de los barriles para huir, manteniéndose encima del barril. Llegan a un punto en el que quedan bloqueados. Bilbo se esconde y logra comida de una fogata. Los elfos de la almadía sueltan los barriles, que van hacia la Ciudad del Lago.

10. Una cálida bienvenida. Llegan a la costa de la Ciudad del Lago. Aunque a regañadientes, los enanos agradecen que Bilbo les hubiera llevado hasta ahí. Unos guardias interrogan a la compañía y Thorin exige que se les lleve ante el gobernador, que en ese momento está en una fiesta. Unos elfos comentan que fueron los enanos que cautivos del Rey Elfo, pero el gobernador, ante la proclamada profecía, los acoje. Aunque el gobernador sospechaba que eran impostores, a los 15 días decidieron ir a la montaña a reclamar su tesoro. Les hacen una despedida, facilitándoles ponys, víveres y armas.

11. En el umbral. Van en dirección a la Montaña Solitaria. Por orden de Thorin, Balin, Fili, Kili y Bilbo van a la Colina del Cuervo a investigar la Puerta Principal. Desde ahí ven la Desolación de Smaug. Durante días buscan la entrada secreta indicada en el mapa. Encuentran el paso. Ahí acampan, buscando la entrada. Bilbo resuelve el enigma del mapa: la luz de la luna ilumina la cerradura de la puerta, la cual logran abrir antes de que la cerradura desaparezca.

12. Información secreta. Thorin manda a Bilbo a investigar el pasadizo. Balin lo acompaña un corto trecho. Bilbo contempló el tesoro, coge un tomón de doble asa y ve al dragón. Smaug se despierte y nota que le han robado. Sale por la Puerta Principal. Por suerte, recogen a Bombur y Bofur que se habían quedado a recuado de los ponys. Los ponys huyen y Smaug va tras ellos. Luego vuelve a la cueva a dormitar, vigilante. Bilbo vuelve a entrar al mediodía. Bilbo tiene que enfrentarse a una charla con Smaug, que había comido unos cuantos ponys. Durante la charla, Smaug piensa que le han ayudado los Hombres del Lago. Smaug hace dudar a Bilbo de la honestidad de los enanos. Bilbo engaña a Smaug para que le enseñe el pecho, donde encuentra un resquicio en la parte izquierda. Burlándose de Smaug, Bilbo huye, casi chamuscado. Bilbo les cuenta lo ocurrido. Está nervioso y lanza una piedra a un zorzal que parecía que le estaba escuchando. Thorin lo para, pues quizás sí que está escuchando y puede ayudar. Entran en el pasadizo, resguardándose. Los enanos se pusieron hablar de los tesoros bajo la montaña, mencionando la piedra del Arca. Por consejo de Bilbo, cierran la puerta, quedando atrapados dentro de la montaña. Justo después, Smaug golpea la montaña y la puerta acaba sepultada, aunque la compañía a salvo. Smaug va a atacar a los Hombres del Lago.

13. Nadie en casa. Los enanos bajan junto a Bilbo. Bilbo investiga un poco. Pide una antorcha y sigue investigando. Encuentra la piedra del Arca, que se la guarda en secreto para él. Sigue investigando y se queda a oscuras. Pide auxilio y lo ayudan. Se olvidan de Smaug y disfrutan de los tesoros. Se protegen con armaduras y se arman. Thorin regala a Bilbo una cota de mithril, con un cinturón de perlas y cristales y un casco. Thorin les guía a la Puerta Principal, pasando por el nacimiento del Río Rápido. Balin les guía a un puerto de vigilancia en la montaña. Llegan y desayunan cram, un bizcocho no caduco muy nutricional de los Hombres del Lago. Descansan sin saber nada de Smaug.

14. Fuego y agua. Smaug ataca a Esgaroth, la Ciudad del Lago. En su vuelo, destruye la Casa Grande. El zorzal que espió a los enanos informa de la debilidad de Smaug en su pecho a Bardo, hijo de Girion, Señor de Valle. Mediante una flecha negra, logra dar en el blanco. Smaug cae en la ciudad, quedando destruida. Mientras los habitantes se alegran y vitorean a Bardo, que piensan perdido, aparece. Lo quieren hacer rey. Él no quiere. El gobernador insta a pedir auxilio y recompensa a los enanos por la destrucción que les ha acaecido. Bardo accede a que lo sigan a Valle para reclamar a los enanos. Las nuevas llegan a todos, al Rey Elfo, a Beorn e incluso a los trasgos. Acude el Rey Elfo en auxilio a los cinco días. Construyen cabañas a las orillas del lago para sobrevivir al inminente invierno y empiezan a construir una nueva ciudad cerca de la anterior, alejada del agua donde cayó el dragón. Los hombres de arma marcharon con el Rey Elfo a la Montaña.

15. El encuentro de las nubes. El zorzal vuelve e intenta comunicarse con los enanos. Los enanos no lo entienden, pero sí que podrían entender a un cuervo. Vuelve el zorzal con Roäc hijo de Carc, un cuervo amigo de los enanos. Les informa de lo sucedido y que viene Bardo, que buscará la paz entre enanos, hombres y elfos. Thorin piensa que vienen a robarle y manda a Roäc a Dain en las Colinas de Hierro para que venga a combatir. Se preparan para sitiarse. Durante cuatro días, cierran la Puerta Principal y se sostienen comiendo especialmente cram. Celebran la muerte de Smaug. A la mañana siguiente, Bardo acude para parlamentar. Thorin no cede si no se van del lugar. Bardo se va. Vuelven unos portaestandartes para intentar razonar y solicitar una doceava parte del tesoro, pero Thorin dispara a uno en su escudo. Les condenan a estar sitiados sin poder salir de la Montaña hasta que no razonen.

16. Un ladrón en la noche. Thorin manda buscar la Piedra del Arca y proclama vengarse si alguien la encuentra y la guarda para sí. Bilbo ocupa el lugar de vigía de Bombur, se escapa y se reúne con el Rey Elfo y Bardo, entregando la Piedra del Arca y renunciando a su catorceava parte, algo con lo que luego podrán negociar y parar así esta guerra absurda. Aunque el Rey Elfo le ofrece su protección, Bilbo decide volver para quedarse con los enanos. Gandalf aparece y lo anima.

17. Las nubes estallan. A la mañana, el Rey Elfo y Bardo se aparecen con la Piedra del Arca. Bilbo se delata. Thorin intenta matarlo por traidor. Gandalf le ordena dejarlo marchar. Thorin les hace esperar un día y envía a Roäc para pedir a Dain presteza. Llegan los enanos de Dain. No desean dar el oro y deciden guerrear. Pero antes Gandalf los para porque han llegado los trasgos y los wargos. Bardo, el Rey Elfo y Dain se reúnen para planear el combate contra los trasgos y los wargos, la Batalla de los Cinco Ejércitos. Mueren muchos. Bilbo cae por una piedra llevando el anillo puesto en la Colina del Cuervo, pero antes ve a las Águilas llegar para ayudar en el combate.

18. El viaje de vuelta. Bilbo se levanta solo. Un hombre, mandado por Gandalf, lo encuentra al quitarse Bilbo el anillo. Llega justo a tiempo para despedirse de Thorin antes de morir. Le pide perdón por lo ocurrido y se despide como amigo. Bilbo llora amargamente. Bilbo se entera de lo que ocurrió luego. Las Águilas les ayudaron, pero aún no eran suficientes. Beorn apareció en su forma de oso y luchó. La cacería de trasgos y wargos aún continuó. Antes de Bilbo partir, estuvo presente en el entierro de Thorin, Fili y Kili, que cayeron defendiendo el cuerpo de Thorin. Dain quedó como Rey de la Montaña y enterró a Thorin con la Piedra del Arca y el Rey Elfo añadió a Orcrist, la espada élfica que le arrebataron cuando lo apresó en el Bosque Negro. Bilbo solo toma un cofre de plata y otro de oro para llevar en un poney. Se despide de los enanos. Gandalf, Bilbo y Beorn acompañaron al Rey Elfo hasta el Bosque Negro. Bilbo le regala un collar de plata y perlas que le había regalado Dain al Rey Elfo, como pago por su estancia como saqueador. Se quedaron un tiempo con Beorn, que llegó a ser el jefe de aquellas regiones, quien luego tuvo progenie y sus varones también podían convertirse en osos. Se despidieron.

19. La última jornada. Llegan a Rivendel, donde también se quedaron una temporada. Se despiden, dando algunos regalos a Elrond. De camino, pasan por donde los trolls y recuperan el cofre enterrado, que reparten a partes iguales entre Gandalf y Bilbo. Llegan a La Colina. Se encuentra en la puerta de su hogar (Bolsón Cerrado, Hobbiton) una subasta de todo cuanto poseía. Sus primos Sacovilla Bolsón se quedaron con sus cucharas. Estuvo mucho tiempo para recuperar lo que era suyo, incluso tuvo que pagar por algunas de sus propias cosas. Desde entonces, fue el raro, aunque tuvo amistad de elfos, enanos, magos y gentes que pasaron por ahí. Se ganó el corazón de sus sobrinos por regalos. Una tarde otoñal, cuando había comenzado a escribir Historias de una ida y de una vuelta. Las vacaciones de un hobbit, pasaron a visitarlo Gandalf y Balin para comentar que las profecías se cumplieron.

Esta primera historia de J. R. R. Tolkien fue muy estimada por el mundo entero. Es normal. Es una historia de superación. Una historia mágica. Una historia llena de curiosidades. Una historia que luego dio hincapié al basto universo de la Tierra Media. La frase que más me gustó de este libro es una que Thorin le dice a Bilbo justo antes de morir:

“Si muchos de nosotros dieran más valor a la comida, la alegría y las canciones que al oro atesorado, éste sería un mundo más feliz.”

Es así de simple. Si la gente pudiera disfrutar más de la alegría de la compañía, de la buena comida, de la sencillez de la vida, todo sería mucho mejor. Las riquezas y el poder pueden provocar envidia, rencores, etc. Incluso llegar a la guerra. Por culpa de desentendimientos entre las personas, este mundo ha pasado por cruentas guerras que han provocado la muerte de infinidad de personas. Todo por creencias o por querer imponer las leyes de unos ante otros. No vale la pena. El conocimiento. Eso sí que vale la pena. Si el ser humano se uniera para conseguir conocimiento verdadero, todo sería mucho mejor, sin tantas ocupaciones vanas, tales como festividades que no tienen sentido alguno.

Aquí las soluciones de los acertijos que intercambiaron Bilbo y Gollum en las profundidades de las cavernas de los trasgos, del capítulo 5, Acertijos en las tinieblas:

Gollum 1. La montaña.

Bilbo 1. Los dientes.

Gollum 2. El viento.

Bilbo 2. El sol sobre las margaritas.

Gollum 3. La oscuridad.

Bilbo 3. Un huevo.

Gollum 4. Un pez.

Bilbo 4. Un pez sobre una mesa pequeña, un hombre a la mesa, y el gato que consigue las espinas.

Gollum 5. El tiempo.




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