“En un agujero en el suelo, vivía un
hobbit. No un agujero húmedo, sucio, repugnante, con restos de gusanos y olor a
fango, ni tampoco un agujero seco, desnudo y arenoso, sin nada en que sentarse
o que comer: era un agujero-hobbit, y eso significa comodidad.”
Así comienza la primera historia que publicó J. R. R. Tolkien (John Ronald Reuel Tolkien), uno de los mejores
escritores del siglo XX: El Hobbit, con el título original The Hobbit. Fue
publicado por primera vez en 1937, inicialmente para divertimiento de los más
jóvenes de su familia. Se compone de 19 capítulos, de muy fácil lectura,
recomendable para los más jóvenes que quieran introducirse en el vasto mundo
creado por Tolkien. En la parte trasera de la edición BIBLIOTECA TOLKIEN,
distribuida en 2002 por Planeta DeAgostini y minotauro, se puede leer la
siguiente sinopsis:
“Cuando, alrededor de 1930, J. R. R.
Tolkien comenzó a escribir El Hobbit, hacía ya diez años que trabajaba en el
vasto panorama mitológico de El libro de los relatos, que más tarde se
convertiría en El Silmarillion. Así como esas crónicas tempranas narraban los
mitos inmomoriales de la Primera y Segunda Edad, Tolkien pronto advirtió que El
Hobbit iba ordenándose de algún modo como un relato de la Tercera, aunque las
inesperadas aventuras de un pacífico “hombre de campo” no parecieran tener
mucha relación con las vastas y oscuras mitologías de la Tierra Media. El
estilo directo y lineal, con alusiones (que el autor deploró más tarde) a un
público infantil, no impide la poderosa irrupción –unas pocas veces en términos
de comedia- de los grandes temas tolkienianos (el poder, la codicia, la guerra,
la muerte) que reaparecerán en una dimensión a menudo obviamente épica en El
Señor de los Anillos.”
La historia trata sobre una aventura que de pronto le surge a un hobbit, un
pacífico y tranquilo hobbit que nada tiene de aventurero. Su misión será ayudar
en la recuperación del oro de la Montaña Solitaria, una antigua mina de enanos
repleta de tesoros que fue conquistada por el dragón Smaug. A continuación, un
resumen de la historia capítulo por capítulo:
1. Una tertulia inesperada. El mago Gandalf visita a Bilbo Bolsón,
hijo de Belladonna Tuk y Bungo Bolsón, un hobbit apacible y tranquilo que tan
sólo disfruta de la vida de La Colina (La Comarca). Lo elige para una aventura,
aunque él deniega. A la noche, le visitan unos enanos. Por orden de llegada,
son los siguientes: Dwalin, Balin, Kili, Fili, Dori, Nori, Ori, Oin, Gloin,
Thorin, Bifur, Bofur y Bombur, una compañía liderada por Thorin. Con la última
llegada, también aparece Gandalf. Bilbo, como buen anfitrión, puede cumplir con
las expectativas de los enanos con respecto a la comida, aunque está un poco
enfadado con toda la situación, pues no tenía prevista ninguna visita como
aquella. Después de cantar canciones y disfrutar de la comida y la buena
compañía, se ponen a hablar de los asuntos que les concierne el encuentro.
Gandalf le proporciona un mapa y una llave a Thorin, que fue de su abuelo
Thror, asesinado en las minas de Moria por Azog el Trasgo. Este mapa, junto a
la llave, fue dado a Gandalf por Thrain, el padre de Thorin, que lo encontró
prisionero en las mazmorras del Nigromante. Bilbo Bolsón es elegido el
saqueador de la compañía. Antes de irse a dormir, a Bilbo le encargan el
desayuno del día siguiente, cuando deberán partir lo más pronto posible al
alba.
2. Carnero asado. Bilbo despierta, desayuna y se pone a
limpiar. Llega Gandalf para avisarle que le dejaron una carta en la repisa de
la chimenea. La lee y le esperarán hasta las 11:00 en la posada del Dragón
Verde, junto a Delagua. Se va corriendo, sin sus enseres habituales. Dwalin le
da un sombrero y una capa. Gandalf les acompaña un trecho, pero desaparece sin
que nadie se de cuenta. Pierden parte de la comida en un susto de los ponyes.
Ven una hoguera. Se acercan y a Bilbo se le encarga que vaya a investigar. Ve a
tres trolls: Guille, Berto y Tom. Bilbo quiere robar algo para demostrar su
valía. Le pillan y le interrogan. Luego van llegando los enanos y los capturan
con sacos uno a uno. A Thorin cuesta más, pues batalla con ellos. Bilbo,
escondido, ve que no cesan de discutir entre ellos sobre cómo cocinar a los
enanos. Era Gandalf, confundiéndolos con su voz, haciendo tiempo a que llegase
el amanecer. Amanece y quedan petrificados. Buscan la cueva de los trolls y
encuentran oro. Gandalf y Thorin encuentran hermosas vainas y espadas hermosas.
Bilbo consigue un cuchillo con vaina. Salen fuera y entierran el oro para
recogerlo en un futuro.
3. Un breve descanso. Continúan el viaje buscando el refugio de
los elfos en Rivendel, la Última Morada, donde vive Elrond. Al ir llegando, se
encuentran con los elfos, que no cesan de cantar y estar alegres haciendo
bromas. Se hospedan 14 días al menos. Elrond reconoce las espadas encontradas
por Thorin y Gandalf: Orcrist, la Hendedora de trasgos, y Glamdring, Martillo
de enemigos, esta última llevada por el rey de Gondollin. Les ayuda también con
el mapa y les descifra un mensaje oculto revelado en la noche del solsticio de
verano con luna creciente: “Estad cerca de la piedra gris cuando llame el
zorzal y el sol poniente brillará sobre el ojo de la cerradura con las últimas
luces del Día de Durin.” Antes de partir, les provisionan de comida y les guían
en sus planes de expedición.
4. Sobre la colina y bajo la
colina. La compañía sigue
su camino, incluyendo a Gandalf. Llegan a unas montañas y Fili y Kili
encuentran cobijo en una cueva mientras hay una tormenta de relámpagos. En la
distancia, ven una batalla de gigantes de piedra. En la cueva son sorprendidos
y capturados por trasgos, menos Gandalf. Con canciones tenebrosas son llevados
hasta el Gran Trasgo, que reconoce a Thorin. Les interroga. Reconoce Orcrist,
Hendedora de trasgos, que los trasgos la llaman Mordedora. El Gran Trasgo insta
a torturarlos y matarlos a todos. Gandalf aparece con una explosión y mata a
Gran Trasgo. Luchan contra ellos, Gandalf llevando Glamdring, Martillo de
enemigos, conocida por los trasgos como Demoledora. Huyen. A Dori se le cae
Bilbo y se golpea en la cabeza.
5. Acertijos en las
tinieblas. Bilbo se
despierta ante una oscuridad profunda. Baja a las profundidades de la cueva. Se
encuentra con una sortija, que guarda en uno de sus bolsillos. Llega a un lago.
Ahí conoce a Gollum, que hacía poco había comido. Tiene interés por saber qué
es Bilbo y le propone jugar a los acertijos. Si gana Bilbo, le acompañará a la
salida. Si gana Gollum, se comerá a Bilbo. Se intercambian varios acertijos,
los siguientes (soluciones al final):
(Gollum 1)
Las raíces no se ven,
y es más alta que un árbol.
Arriba y arriba sube,
y sin embargo no crece.
(Bilbo 1)
Treinta caballos blancos
en una sierra colorada.
Primero mordisquean,
y luego machacan,
y luego descansa.
(Gollum 2)
Canta sin voz,
vuela sin alas,
sin dientes muerte,
sin boca habla.
(Bilbo 2)
Un ojo en la cara azul
vio un ojo en la cara verde.
«Ese ojo es como este ojo»,
dijo el ojo primero,
«pero en lugares
bajos,
y no en lugares
altos.»
(Gollum 3)
No puedes verla
ni sentirla,
y ocupa todos los
huecos;
no puedes olerla
ni oírla,
está detrás de
los astros,
y está al pie de
las colinas,
llega primero, y
se queda;
mata risas y acaba
vidas.
(Bilbo 3)
Caja sin llave,
tapa o bisagras,
pero dentro un tesoro
dorado guarda.
(Gollum 4)
Todos viven sin aliento;
y fríos como los muertos,
nunca con sed, siempre bebiendo,
todos en malla, siempre en silencio.
(Bilbo 4)
Sin-piernas se apoya en una pierna;
dos-piernas se sienta cerca de tres-piernas,
y cuatro-piernas consiguió algo.
(Gollum 5)
Devora todas las cosas:
aves, bestias, plantas y flores;
roe el hierro, muerde el acero,
y pulveriza la peña compacta;
mata reyes, arruina ciudades
y derriba las altas montañas.
El último acertijo de Bilbo es una pregunta que hace por error: “¿Qué tengo
en el bolsillo?”, tocando el anillo. Después de varios intentos, Gollum pierde.
Va hacia su isla del lago a buscar su regalo de cumpleaños, el anillo mágico que
le hace invisible y con el que ha estado sobreviviendo durante siglos. Pero
Bilbo lo tiene. Por casualidad, al introducir la mano en el bolsillo, se pone
el anillo y queda invisible. Gollum, buscándolo con mucha ansia, pasa por al
lado de él. De esta forma, Gollum lleva a Bilbo a la salida. Bilbo decide no
matarlo por lástima y salta por encima de él. Llega a la puerta de la cueva,
custodiada por los trasgos. Lo ven y Bilbo se vuelve a poner el anillo. La
puerta tan sólo está entornada y le cuesta colarse por ahí, pero al final lo
logra, perdiendo unos botones de su chaqueta. Los trasgos cesan de seguirlo por
la luz del día.
6. De la sartén al fuego. Bilbo comienza a bajar la montaña,
buscando a la compañía. Cuando está a punto de volver a buscarlos entre los
trasgos, los oye. Aún invisible, pasa desapercibido ante Balin. Se quita el
anillo y los deja a todos estupefactos y alegres. Siguen su camino. Oyen lobos
y se suben a los pinos. Dori ayuda a subir a Bilbo, a punto de ser mordido.
Llegan los wargos, lobos muy feroces aliados con los trasgos. Casualmente están
en el lugar de reunión de los wargos, en coro al jefe gris, a quien responden.
Gandalf descubre que habían organizado un ataque a los humanos junto a los
trasgos, pero éstos se estaban retrasando. Gandalf les ataca con piñas
ardientes, sabiendo que los lobos temen el fuego. Muchos huyen quemándose,
mientras otros se quedan al mismo tiempo que van llegando los trasgos. El Señor
de las Águilas se da cuenta de que algo está ocurriendo y va a investigar junto
a otras águilas. Recoge a Gandalf, con quien tiene una deuda por haberle curado
en el pasado, y las águilas luchan contra los wargos y los trasgos. Se llevan a
toda la compañía volando a sus nidos y les dan cobijo y comida.
7. Extraños aposentos. Las águilas dejan en terreno seguro a la
compañía, después de desayunar. Gandalf les informe que llegan a la Carroca,
donde vive Beorn, un cambiapieles que se transforma en un oso gigante. Gandalf
se presenta ante él junto a Bilbo. Da instrucciones para que vayan llegando los
enanos y así presentárselos poco a poco mediante una historia. Les invita a una
cena por la historia. Descansaron durante varios días, al cobijo de la casa de
Beorn. Éste se transformaba de noche e inspeccionaba la zona. Una mañana vuelve
muy animado, viendo que la historia era verdad. Les da víveres y les ofrece
ponys y un caballo, que tendrán que dejarlos libres en las entradas del Bosque
Negro, donde continuarán el camino. Les recomienda que no toquen el agua, pues
produce un encantamiento de somnolencia. Beorn, transformado, les sigue el
rastro para asegurarse de que sus animales vuelven con él. Gandalf les abandona
temporalmente, recomendándoles que no abandonen el sendero dentro del bosque.
8. Moscas y arañas. Entran en el bosque. Van por el sendero.
Llegan al arroyo, encuentran una barca para llegar a la otra orilla y cruzan de
cuatro en cuatro, aunque Dwalin y Bombur irán los últimos. Bombur cae al agua
cuando intentan cazar un ciervo mientras van viniendo. Tienen que llevarlo a cuestas
el resto del camino y no pueden ir a buscar el ciervo porque pierden la cuerda
que sujeta la barca. Thorin ordena a Bilbo que suba para ver la dirección del
camino. Arriba puede ver unas hermosas vistas con mariposas de la especie
emperador púrpura, pero no distingue cuál es el camino. Bombur despierta al
cabo de días, con mucha hambre y todos están sin víveres. Ven luces de una
fiesta élfica y van para intentar comer y beber algo. Las luces desaparecen
cuando casi las alcanzan y todos se quedan perdidos y desperdigados. Les ocurre
algo similar durante tres veces. En una ocasión pierden a Bilbo, que queda
solo. Una araña lo ataca y la mata con la daga élfica, que bautiza como
Aguijón. Encuentra a unas arañas hablando de la cacería que habían hecho de
enanos. Las persigue a escondidas, las engaña y las insulta, para apartarlas de
los enanos, y salva a los enanos. Cuando están a salvo, Bilbo les cuenta lo del
anillo. Thorin ha desaparecido, capturado por los elfos. No es tratado con
delicadeza, pues a los elfos no les agradan los enanos por una antigua disputa;
los elfos opinan que les robaron; los enanos que no les pagaron un trabajo de
plata y oro en bruto que les encargaron. El Rey Elfo interroga a Thorin. Al no
hablar, lo manda a encerrar, dándole comida.
9. Barriles de contrabando. Atrapan a los demás enanos, pero Bilbo se
escabulle con el anillo. El Rey Elfo les entrevista, pero no quieren decir
nada, aunque Balin hace enfadarlo diciendo que quizás les mandaron a aquellas
arañas para atacarlos. Bilbo sobrevive robando y localiza a Thorin, quien le
ordena que los demás guarden el secreto. Así lo hacen. Bilbo encuentra un
método para salir: por el Lago Largo llegan barriles con víveres de la Ciudad
del Lago y luego devuelven estos barriles vacíos. La idea es meterlos en
barriles y así huir por el río. Consigue robar las llaves a Galion, uno de los
dos mayordomos, que cayó dormido por el vino de Dorwinion, pues los elfos
estaban celebrando un gran banquete y los guardias aprovecharon para disfrutar.
Los elfos, sin darse cuenta, liberan los barriles con los enanos dentro. Bilbo
logra agarrarse a uno de los barriles para huir, manteniéndose encima del
barril. Llegan a un punto en el que quedan bloqueados. Bilbo se esconde y logra
comida de una fogata. Los elfos de la almadía sueltan los barriles, que van
hacia la Ciudad del Lago.
10. Una cálida bienvenida. Llegan a la costa de la Ciudad del Lago.
Aunque a regañadientes, los enanos agradecen que Bilbo les hubiera llevado
hasta ahí. Unos guardias interrogan a la compañía y Thorin exige que se les
lleve ante el gobernador, que en ese momento está en una fiesta. Unos elfos
comentan que fueron los enanos que cautivos del Rey Elfo, pero el gobernador,
ante la proclamada profecía, los acoje. Aunque el gobernador sospechaba que
eran impostores, a los 15 días decidieron ir a la montaña a reclamar su tesoro.
Les hacen una despedida, facilitándoles ponys, víveres y armas.
11. En el umbral. Van en dirección a la Montaña Solitaria.
Por orden de Thorin, Balin, Fili, Kili y Bilbo van a la Colina del Cuervo a
investigar la Puerta Principal. Desde ahí ven la Desolación de Smaug. Durante
días buscan la entrada secreta indicada en el mapa. Encuentran el paso. Ahí
acampan, buscando la entrada. Bilbo resuelve el enigma del mapa: la luz de la
luna ilumina la cerradura de la puerta, la cual logran abrir antes de que la
cerradura desaparezca.
12. Información secreta. Thorin manda a Bilbo a investigar el
pasadizo. Balin lo acompaña un corto trecho. Bilbo contempló el tesoro, coge un
tomón de doble asa y ve al dragón. Smaug se despierte y nota que le han robado.
Sale por la Puerta Principal. Por suerte, recogen a Bombur y Bofur que se
habían quedado a recuado de los ponys. Los ponys huyen y Smaug va tras ellos.
Luego vuelve a la cueva a dormitar, vigilante. Bilbo vuelve a entrar al
mediodía. Bilbo tiene que enfrentarse a una charla con Smaug, que había comido
unos cuantos ponys. Durante la charla, Smaug piensa que le han ayudado los
Hombres del Lago. Smaug hace dudar a Bilbo de la honestidad de los enanos.
Bilbo engaña a Smaug para que le enseñe el pecho, donde encuentra un resquicio
en la parte izquierda. Burlándose de Smaug, Bilbo huye, casi chamuscado. Bilbo
les cuenta lo ocurrido. Está nervioso y lanza una piedra a un zorzal que
parecía que le estaba escuchando. Thorin lo para, pues quizás sí que está
escuchando y puede ayudar. Entran en el pasadizo, resguardándose. Los enanos se
pusieron hablar de los tesoros bajo la montaña, mencionando la piedra del Arca.
Por consejo de Bilbo, cierran la puerta, quedando atrapados dentro de la
montaña. Justo después, Smaug golpea la montaña y la puerta acaba sepultada,
aunque la compañía a salvo. Smaug va a atacar a los Hombres del Lago.
13. Nadie en casa. Los enanos bajan junto a Bilbo. Bilbo
investiga un poco. Pide una antorcha y sigue investigando. Encuentra la piedra
del Arca, que se la guarda en secreto para él. Sigue investigando y se queda a
oscuras. Pide auxilio y lo ayudan. Se olvidan de Smaug y disfrutan de los
tesoros. Se protegen con armaduras y se arman. Thorin regala a Bilbo una cota
de mithril, con un cinturón de perlas
y cristales y un casco. Thorin les guía a la Puerta Principal, pasando por el
nacimiento del Río Rápido. Balin les guía a un puerto de vigilancia en la
montaña. Llegan y desayunan cram, un bizcocho no caduco muy nutricional de los
Hombres del Lago. Descansan sin saber nada de Smaug.
14. Fuego y agua. Smaug ataca a Esgaroth, la Ciudad del
Lago. En su vuelo, destruye la Casa Grande. El zorzal que espió a los enanos
informa de la debilidad de Smaug en su pecho a Bardo, hijo de Girion, Señor de
Valle. Mediante una flecha negra, logra dar en el blanco. Smaug cae en la
ciudad, quedando destruida. Mientras los habitantes se alegran y vitorean a
Bardo, que piensan perdido, aparece. Lo quieren hacer rey. Él no quiere. El
gobernador insta a pedir auxilio y recompensa a los enanos por la destrucción
que les ha acaecido. Bardo accede a que lo sigan a Valle para reclamar a los
enanos. Las nuevas llegan a todos, al Rey Elfo, a Beorn e incluso a los
trasgos. Acude el Rey Elfo en auxilio a los cinco días. Construyen cabañas a
las orillas del lago para sobrevivir al inminente invierno y empiezan a
construir una nueva ciudad cerca de la anterior, alejada del agua donde cayó el
dragón. Los hombres de arma marcharon con el Rey Elfo a la Montaña.
15. El encuentro de las
nubes. El zorzal vuelve e
intenta comunicarse con los enanos. Los enanos no lo entienden, pero sí que
podrían entender a un cuervo. Vuelve el zorzal con Roäc hijo de Carc, un cuervo
amigo de los enanos. Les informa de lo sucedido y que viene Bardo, que buscará la
paz entre enanos, hombres y elfos. Thorin piensa que vienen a robarle y manda a
Roäc a Dain en las Colinas de Hierro para que venga a combatir. Se preparan
para sitiarse. Durante cuatro días, cierran la Puerta Principal y se sostienen
comiendo especialmente cram. Celebran
la muerte de Smaug. A la mañana siguiente, Bardo acude para parlamentar. Thorin
no cede si no se van del lugar. Bardo se va. Vuelven unos portaestandartes para
intentar razonar y solicitar una doceava parte del tesoro, pero Thorin dispara
a uno en su escudo. Les condenan a estar sitiados sin poder salir de la Montaña
hasta que no razonen.
16. Un ladrón en la noche. Thorin manda buscar la Piedra del Arca y
proclama vengarse si alguien la encuentra y la guarda para sí. Bilbo ocupa el
lugar de vigía de Bombur, se escapa y se reúne con el Rey Elfo y Bardo,
entregando la Piedra del Arca y renunciando a su catorceava parte, algo con lo
que luego podrán negociar y parar así esta guerra absurda. Aunque el Rey Elfo
le ofrece su protección, Bilbo decide volver para quedarse con los enanos.
Gandalf aparece y lo anima.
17. Las nubes estallan. A la mañana, el Rey Elfo y Bardo se
aparecen con la Piedra del Arca. Bilbo se delata. Thorin intenta matarlo por
traidor. Gandalf le ordena dejarlo marchar. Thorin les hace esperar un día y
envía a Roäc para pedir a Dain presteza. Llegan los enanos de Dain. No desean
dar el oro y deciden guerrear. Pero antes Gandalf los para porque han llegado
los trasgos y los wargos. Bardo, el Rey Elfo y Dain se reúnen para planear el
combate contra los trasgos y los wargos, la Batalla de los Cinco Ejércitos.
Mueren muchos. Bilbo cae por una piedra llevando el anillo puesto en la Colina
del Cuervo, pero antes ve a las Águilas llegar para ayudar en el combate.
18. El viaje de vuelta. Bilbo se levanta solo. Un hombre, mandado
por Gandalf, lo encuentra al quitarse Bilbo el anillo. Llega justo a tiempo
para despedirse de Thorin antes de morir. Le pide perdón por lo ocurrido y se
despide como amigo. Bilbo llora amargamente. Bilbo se entera de lo que ocurrió
luego. Las Águilas les ayudaron, pero aún no eran suficientes. Beorn apareció
en su forma de oso y luchó. La cacería de trasgos y wargos aún continuó. Antes
de Bilbo partir, estuvo presente en el entierro de Thorin, Fili y Kili, que
cayeron defendiendo el cuerpo de Thorin. Dain quedó como Rey de la Montaña y
enterró a Thorin con la Piedra del Arca y el Rey Elfo añadió a Orcrist, la
espada élfica que le arrebataron cuando lo apresó en el Bosque Negro. Bilbo
solo toma un cofre de plata y otro de oro para llevar en un poney. Se despide
de los enanos. Gandalf, Bilbo y Beorn acompañaron al Rey Elfo hasta el Bosque
Negro. Bilbo le regala un collar de plata y perlas que le había regalado Dain
al Rey Elfo, como pago por su estancia como saqueador. Se quedaron un tiempo
con Beorn, que llegó a ser el jefe de aquellas regiones, quien luego tuvo
progenie y sus varones también podían convertirse en osos. Se despidieron.
19. La última jornada. Llegan a Rivendel, donde también se
quedaron una temporada. Se despiden, dando algunos regalos a Elrond. De camino,
pasan por donde los trolls y recuperan el cofre enterrado, que reparten a
partes iguales entre Gandalf y Bilbo. Llegan a La Colina. Se encuentra en la
puerta de su hogar (Bolsón Cerrado, Hobbiton) una subasta de todo cuanto
poseía. Sus primos Sacovilla Bolsón se quedaron con sus cucharas. Estuvo mucho
tiempo para recuperar lo que era suyo, incluso tuvo que pagar por algunas de
sus propias cosas. Desde entonces, fue el raro, aunque tuvo amistad de elfos,
enanos, magos y gentes que pasaron por ahí. Se ganó el corazón de sus sobrinos
por regalos. Una tarde otoñal, cuando había comenzado a escribir Historias de una ida y de una vuelta. Las
vacaciones de un hobbit, pasaron a visitarlo Gandalf y Balin para comentar
que las profecías se cumplieron.
Esta primera historia de J. R. R. Tolkien fue muy estimada por el mundo
entero. Es normal. Es una historia de superación. Una historia mágica. Una
historia llena de curiosidades. Una historia que luego dio hincapié al basto
universo de la Tierra Media. La frase que más me gustó de este libro es una que
Thorin le dice a Bilbo justo antes de morir:
“Si muchos de nosotros dieran más valor a la comida, la alegría y las
canciones que al oro atesorado, éste sería un mundo más feliz.”
Es así de simple. Si la gente pudiera disfrutar más de la alegría de la
compañía, de la buena comida, de la sencillez de la vida, todo sería mucho
mejor. Las riquezas y el poder pueden provocar envidia, rencores, etc. Incluso
llegar a la guerra. Por culpa de desentendimientos entre las personas, este
mundo ha pasado por cruentas guerras que han provocado la muerte de infinidad
de personas. Todo por creencias o por querer imponer las leyes de unos ante
otros. No vale la pena. El conocimiento. Eso sí que vale la pena. Si el ser
humano se uniera para conseguir conocimiento verdadero, todo sería mucho mejor,
sin tantas ocupaciones vanas, tales como festividades que no tienen sentido
alguno.
Aquí las soluciones de los acertijos que intercambiaron Bilbo y Gollum en
las profundidades de las cavernas de los trasgos, del capítulo 5, Acertijos en
las tinieblas:
Gollum 1. La montaña.
Bilbo 1. Los dientes.
Gollum 2. El viento.
Bilbo 2. El sol sobre las margaritas.
Gollum 3. La oscuridad.
Bilbo 3. Un huevo.
Gollum 4. Un pez.
Bilbo 4. Un pez sobre una mesa pequeña, un hombre a la mesa, y el gato que
consigue las espinas.
Gollum 5. El tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario