En el pasado, hubo muchas guerras, muchos conflictos por el afán de la
conquista territorial y por el poder de gobernar. Inglaterra, por el siglo
XIII, quiso conquistar Escocia. Pero la tiranía hizo que ciertos hombres no se
doblegaran. Ahora bien, hubo un hombre, de entre todos aquellos que lucharon
contra el imperio inglés, que hizo conocer: William Wallace, un hombre que luchó
por la libertad de Escocia. Dicho hombre existió y se escribió de él en el
siglo XV. Aunque seguramente no se pueda saber jamás todo lo que realmente
ocurrió en aquellos años de conquista y guerras, Mel Gibson dirigió y
protagonizó una película sobre este personaje: BRAVEHEART.
La historia de BRAVEHEART es una historia de guerras entre Inglaterra y
Escocia, en la que el protagonista principal es William Wallace. Aquí el texto
que se puede leer en la parte trasera de la Edición Definitiva en DVD:
“Experimenta la acción más trepidante
de BRAVEHEART como nunca antes gracias a esta Edición Definitiva, que te ofrece
una mayor calidad de imagen y sonido con el que experimentarás al máximo todas
las posibilidades de tu equipo. Además, los Contenidos Extras te permitirán
conocer mejor que nunca lo que se cuece detrás del escenario… ¡la Edición
Definitiva es sin lugar a dudas lo último en emoción para Home Cinema!
¿Qué clase de hombre
desafiaría a un rey?
Mel Gibson protagoniza y
dirige esta historia épica medieval sobre la independencia de Escocia en el
siglo XIII. ‘Braveheart’ está basada en la legendaria historia del Sir William
Wallace (Mel Gibson), un montañés escocés que arrastra a su clan a luchar
contra la tiranía del rey Eduardo I.
Después del brutal asesinato
de su joven esposa por los ocupantes ingleses, Wallace sólo busca venganza.
Hambrientos y en inferior número, Wallace lidera a los patriotas escoceses y
consigue organizar un ejército de guerreros sedientos de libertad logrando
recuperar con ello el espíritu que haría a Escocia libre para siempre.”
Viendo esta película, uno puede acordarse un poco a la historia de Astérix
y Obélix, pero sin elementos fantásticos como la poción mágica. En esta
historia hay sangre, muerte, dolor y venganza. Ahora bien, la interpretación de
los personajes es un logro por parte de todo el equipo de rodaje, incluyendo la
gran cantidad de extras que intervinieron en esta película. Además de que la
historia es bastante buena, aunque triste, la música es gloriosa. El
acompañamiento musical lleva a más de uno a un pasado escocés en el que existía
la añoranza y el sentimiento de libertad. Es más, justo antes del final
(cuidado: spoiler), William Wallace es condenado a muerte públicamente mediante
tortura, pero no se doblega y sus últimas palabras son “libertad”. Este momento
es poético. ¿Quién sería capaz de aguantar tanta tortura sin doblegarse? Se
ignora si ello ocurrió en un pasado, pero la película puede hacer poner los
pelos de punta a más de uno, no sólo por la música, sino por el sentimiento que
provoca la misma.
Además de la película, existe otro DVD con un extra muy importante: “Braveheart,
de Mel Gibson: La pasión de un Cineasta”. Este documental de 30 min nos muestra
parte del rodaje, donde se ve a Mel Gibson, no como el director típico, como un
entusiasta del cine y alguien muy metido en el papel que tiene que interpretar.
¿Es aconsejable la película? Por supuesto. Mi valoración hacia esta película
es un 9 sobre 10. Muy recomendable, aunque quizás no para un público infantil,
aunque cuando yo vi la película tendría unos 14 o 15 años y me encantó.
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