En
julio de 2021, definitivamente, pude comprar una vivienda en Inca, una vivienda
realmente enorme para una sola persona. Mi hermana menor, al ver la capacidad
de dicha vivienda, al mudarse, me pidió que le guardase, durante algún tiempo,
algunos electrodomésticos y muebles, entre otros enseres de hogar. A cambio, le
pedí que me invitase algún día a algún restaurante con menú de degustación. En
vez de ello, me invitó al CELLER CA’N MARRON, un restaurante en Inca. No estuvo
nada mal. Aquel día aproveché y pedí un par de entrantes (alioli y llengo amb tàperes),
un plato principal y dos postres. Tanto el plato de llengo amb tàperes (lengua
con alcaparras) como los postres fueron degustados también por los
acompañantes, que eran mi hermana menor, su esposo y mi hermano menor.
Ahora
bien, lo anteriormente comentado ocurrió por el año 2022, el año que me mudé a
mi vivienda. En 2024, concretamente el día 1 de mayo de 2024, quise invitar a
mi pareja a dicho restaurante. De entrantes, de nuevo, alioli y llengo amb tàperes,
que disfrutamos ambos. Siempre me ha gustado la lengua con alcaparras, un plato
que suele ser típico como tapa en los bares. De plato principal, comimos
escalope y llom amb col, un plato
típico mallorquín. De postre, dos tipos de tartas de queso, que compartimos con
placer. Ahora bien, aunque la comida fue muy buena, realmente salimos de ahí
bastante llenos. Quizás nos excedimos comiendo dos postres, aunque fuera entre
los dos. Pero a estos lugares no se va cada día y hay que disfrutarlos al
máximo. No dudaría en volver a dicho restaurante. Un lugar acogedor, con una
decoración pueblerina y en una calle bastante oculta de Inca, una ciudad de
Mallorca (Islas Baleares).
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