Robin Williams, durante su vida, participó en abundantes películas, algunas
tristes, muchas cómicas. Fue un actor que sabía hacernos tanto reír de alegría
como de tristeza. Algunas de las películas en las que estuvo no fue el
protagonista principal, aunque sí en la mayoría. La primera película en la que
apareció Robin Williams fue la de Popeye,
que se estrenó en 1980, basada en las tiras cómicas y cortometrajes de dibujos
animados con el mismo nombre. En la parte trasera de la edición en DVD, se
puede leer lo siguiente:
“Popeye es un marinero que llega a la
pequeña ciudad costera de Sweethaven mientras busca a su padre perdido hace
tiempo. Popeye alquila una habitación en la pensión de la familia Oyl, donde la
hija de los Oyls, Olivia, se está preparando para su fiesta de compromiso con
el capitán Bruto, un poderoso matón que dirige la ciudad en nombre del
misterioso Comodoro.”
(Cuidado: spoilers). Popeye llega a un pueblo costero de Sweethaven en búsqueda
de su padre perdido. El recibimiento ante los extranjeros es nefasto, además de
que siempre hay un cobrador de impuestos bastante molesto. Logra hospedarse en
la pensión de la familia Oyl, donde la hija, Olivia, está preparando una fiesta
para recibir a Bruto, quien dirige la ciudad en nombre del Comodoro, que nadie
ha visto y vive en un barco. Olivia no está seguro del compromiso con Bruto y
conoce a Popeye. Cuando huye de su propia fiesta, a la que Popeye no es
bienvenido, se encuentra a Popeye, que le han dejado un bebé, al que Popeye
llama Cocoliso. Olivia y Popeye se disponen a cuidarlo. Bruto se enfada al no
poder ver a Olivia y destruye la pensión, que antes se sustentaba por tener el
favor de Bruto, pero ahora el cobrador de impuestos los arruina aún más.
Mientras cuidan a Cocoliso, se dan cuenta de que puede predecir el futuro
inmediato. Un inquilino de la pensión se entera de ello y anima a Olivia a
participar en las apuestas de carreras de caballos. Popeye se entera y, aunque
ya habían ganado una buena cantidad de dinero, recupera a Cocoliso y deja a
todos bien claro su moralidad ante tales temas, tirando el dinero ganado por
todo el recinto. Bruto se entera del poder de Cocoliso y se lo cuenta al
Comodoro, pero Bruto se enfrenta a él, un motín. Bruto captura a Cocoliso y
Popeye va en su búsqueda, aunque antes Olivia y los demás le cuentan que el
Comodoro resulta que es su padre, y Popeye se entristece porque han sido capaz
de secuestrar a Cocoliso. Se enfrenta a su padre, que tiene muchas similitudes,
pero ve que Bruto es el malo de la situación. Libera a su padre, quien le dice
que si come espinacas aún tendrá más fuerza de la que tiene, pues es una
cualidad ancestral de su familia. No quiere, pues nunca le han gustado. Pero al
final, cuando Bruto le está ganando, se las come y gana el combate, recuperando
así a Cocoliso y se queda con Olivia para cuidarlo.
Una historia de amor, al fin y al cabo, entre el encuentro de Popeye con
Olivia, a partir de un interés común: cuidar a Cocoliso. Es, además, un musical
con algunas canciones. Una canción curiosa sería la de I yam What I Yam y la más conocida, que es la típica canción de los
dibujos animados, es la de I’m Popeye The
Sailor Man.
La decoración de los escenarios a veces resulta chocante, como la carrera
de caballos, que resulta ser un juguete a lo grande, en el que se simula una
carrera de caballos. Lo curioso es que los personajes apuestan por su caballo
ganador como si de verdad fueran caballos y jinetes. Pero esta decoración, al
parecer, aún sigue activa. Lleva 40 años como una atracción turística, en el
que se hacen espectáculos. Actualmente se le conoce como Popeye Village.
(Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Popeye_Village)
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