Walt Disney Productions hizo, desde sus inicios, muchas películas referentes a animales.
Dumbo, en 1941; Bambi en 1942; La Dama y el Vagabundo en 1955; 101 Dálmatas en
1961; El Libro de la Selva; y, justo el siguiente clásico, el nº 20, Los Aristogatos (The Aristocats), estrenada en 1970. Fue la primera película de
animación de Walt Disney específicamente de gatos, aunque también puedan salir
algunos perros. En la parte trasera de la edición en DVD de LOS CLÁSICOS, se
puede leer lo siguiente:
“Maravillosa animación, simpáticos personajes
y una música inolvidable te está esperando en este clásico de Walt Disney.
Cuando una excéntrica millonaria deja toda su herencia a sus gatos, su
codicioso mayordomo decide abandonar a los felinos en la campiña francesa.
Así es como esta entrañable
familia de gatos, compuesta por Duquesa y sus tres adorables gatitos, se
embarcan en un viaje lleno de aventuras para regresar a París acompañados en
todo momento por un casanova callejero llamado O'Malley. Llena de emoción,
música y acción.
LOS ARISTOGATOS es un
maravilloso tesoro animado que apreciará toda la familia.”
(Cuidado:
spoilers.) La historia comienza en París, Francia, ambientada en 1910. Una
aristócrata, Madame Adelaide, vive con su gata Duquesa y sus tres gatitos: Marie,
Berlioz y Toulouse. Le visita un abogado para escribir el testamento. Le deja
todo a los gatos y Edgar, el mayordomo, lo heredará al morir los gatos. Edgar
planea deshacerse de los gatos. Roquefort, un ratoncito, visita a Duquesa y sus
gatitos, cuando Edgar les sirve la cena con somnífero. Se duermen y Edgar va a
deshacerse de ellos, cuando sufre un encuentro con Napoleon y Lafayette, dos
perros. Perdidos, Duquesa conoce a Thomas O’Malley, un gato callejero, que al
final los acompaña a París. Edgar logra recuperar su sidecar, la sombrilla y la
canasta. Antes de volver a la mansión, se encuentran con dos gansos hembras,
Amelia y Abigail, que les acompañan, pues se tienen que encontrar con su tío en
la ciudad. Al llegar a la ciudad, se separan y van a visitar a Scat Cat y su
banda. Pasan la noche ahí, pero al día siguiente Thomas los acompaña a su
mansión. Se despide de ellos, pero justo al entrar Edgar los atrapa y los
esconde. Roquefort va en busca de Thomas y le manda buscar ayuda de la banda
gatuna. Aunque están a punto de comérselo, al final recuerda el apellido de Thomas
y los gatos van en su ayuda. Ganan y Edgar es enviado a Tombuctú, al África,
donde quería enviar a los gatos. Madame Adelaide reescribe su testamento junto
a su abogado, excluyendo a Edgar, y funda una organización de caridad para los
gatos callejeros.
Una
historia muy gatuna. Thomas O’Malley es un vividor, un gato callejero que tan
sólo desea conquistar a las gatitas para tener relaciones con ellas. Cuando se
da cuenta de que tiene a tres gatitos, no le gusta la idea y les ayuda, como
buen gato, pero no quiere estar con ellos. Luego, poco a poco, les cogerá
cariño. Aunque su intención es tener relaciones con Duquesa, pero ahora ya es
diferente, porque incluso quiere estar con sus gatitos como padre adoptivo. Quién
es el verdadero padre de los gatitos, no se sabe.
El
personaje de Edgar es un personaje rastrero. Es un personaje bastante bien
logrado, en el que se puede ver lo falso que es, pues lo que desea son las
riquezas de Madame Adelaide. Para lograrlo, es capaz de deshacerse de unos
gatos. Además, no tiene tan bien cuidada a su yegua. Es decir, que los animales
no le importan para nada. Tan sólo quiere su bienestar y las riquezas que pueda
conseguir. Es un ser vil, que luego será vengado por los animales. El final que
tiene le está bien merecido.
Una
de las curiosidades de esta película es la aparición de una ilustración de un
ratoncito, que se puede ver entre unas hierbas. Es complicado que sea una
casualidad. Esta imagen aparece cuando Thomas O’Malley se reúne por primera vez
con Duquesa y sus gatitos. Cuando está conquistándola, aparece, por unos pocos
segundos, una imagen oculta entre hierbas, donde se ve claramente la imagen de
un ratón.
Otro
dato que no es difícil de pasar por alto es el gran parecido que tienen Thomas
O’Malley con Baloo de la película de animación anterior, El Libro de la Selva. Las facciones de la cara, las formas de
moverse, la voz (incluso el doblador en español)... claramente, son muy
parecidos.
Esta
película, al igual que la gran mayoría de películas de animación de Walt Disney
Productions, tiene diferentes canciones, algunas de las cuales se hicieron muy
conocidas a lo largo del tiempo. La canción principal es Todo el mundo quiere ser un gato jazz (Ev'rybody Wants to Be a Cat).
Una canción pegadiza del momento.
También
existe el machismo en esta película, igual que justo en la anterior película de
animación, El Libro de la Selva. En
esta ocasión, Touluse, uno de los gatitos de Duquesa, dice que “Todas las
mujeres son unas tramposas”.
En
esta edición de DVD, se incluye un Álbum de fotos de Los Aristogatos y un corto
animado titulado “Un Paleto En La Ciudad”, que realmente es un Silly Symphonies, uno de los cortos
animados de los primeros pasos de Walt Disney. En esta historia, aparece un
ratoncito en la ciudad, que es acogido por un familiar ratón aristócrata. El
paleto puede ver las ventajas de la buena vida. Pero se tienen que enfrentar a
un gato. Al final, huye de la mansión.
En
el doblaje español, como en 101 dálmatas, en Merlín el encantador y en El
Libro de la Selva, aparecen muchas referencias al demonio o a los diablos.
A continuación, algunas de las frases que aparecen, por orden de aparición y el
personaje que lo dice:
- “¡Qué demonios!” - Conductor coche azul
- “¡Diablo de gato infernal!” - El mismo
- “¡Diablos!” - El mismo
- “’Demonio de gato!” - El mismo
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