En 1988, el Studio
Ghibli, por manos de Hayao Miyazaki, estrenó una película que se hizo
popularmente muy conocida: Tonari no
Totoro, título traducido en España como Mi vecino Totoro. A partir de esta película, se creó el logo del
mismo Studio Ghibli, que se trata del perfil de Totoro. En el resto de
películas de la saga, y en las reediciones de las películas anteriores, aparece
dicho logo, haciendo honor a una película que impactó en su momento. En la
parte trasera de la caja DVD de STUDIO GHIBLI COLLECTION, se puede leer lo
siguiente:
“Mei y Satsuki son dos hermanas que se mudan
con su padre a vivir a una cabaña en el campo. Un día, por casualidad, la más
pequeña descubre la existencia de los totoros: espíritus guardianes del bosque
que sólo los niños de corazón puro son capaces de ver.
Junto a estas entrañables criaturas y al gatobús, Mei y
su hermana descubrirá el verdadero valor de la amistad, del amor y de la
familia en una maravillosa e inolvidable aventura que les llevará más allá de
su imaginación.”
(Cuidado:
spoilers). Una familia se muda a una casa de campo, en un pueblo de Japón. La
familia se compone de Satsuki, la hermana mayor, Mei, el padre, profesor de
universidad, y la madre, que está ingresada en el hospital. Limpian y preparan
la casa para vivir en la misma. Nada más llegar, Mei ve a unos duendes del
hollín. Una anciana vecina les dice que se mudarán cuando vean que la familia
está alegre. Así ocurre. Satsuki empieza a asistir al colegio del lugar. Mei,
un día, se queda con su padre. De pronto, ve a unos totoros, unos duendes del
bosque. Los persigue y se adentra en lo profundo del bosque, donde encuentra a
Totoro, el protector del bosque. Se hace amigo de él. Satsuki y su padre se
preocupan porque Mei no aparece. La encuentran en un escondrijo del bosque. Les
dice lo que ha visto, aunque no la llegan a creer del todo. Un día todos van en
bici a visitar a su madre al hospital, pero es un trayecto bastante lejos. Una
noche, esperan a su padre en la estación de bus. Mei se duerme y Totoro
aparece. Así Satsuki puede verlo. Como está lloviendo, le ofrece el paraguas.
Totoro se pone muy contento y le regala una bolsa de semillas mágicas. También
hace venir al gatobús, con el que se marcha. Plantan las semillas. Esa noche
tienen una experiencia agradable con los totoros, haciendo que crezcan las
plantas muy rápido. Un día, mientras el padre está trabajando, reciben un
telegrama del médico. La madre iba a llegar a casa en breve y Mei le estaba
conservando una mazorca de maíz para dársela a su madre. Las niñas se preocupan
y contactan con el padre por teléfono. Aunque el padre les intenta
tranquilizar, las niñas siguen preocupadas. Mei, por su cuenta, va al hospital,
muy lejos. Satsuki se preocupa muchísimo y va en su búsqueda. No la encuentra.
Totoro va en su ayuda, llama al gatobús y pone como parada a Mei. Así es como
la encuentra. Juntas, van al hospital. Desde fuera, ven que el padre está con
la madre, y su madre está bien. Le dejan en la repisa de la ventana la mazorca
de maíz y se van sin que las vean.
Una historia
agradable, para ver en familia. La situación es una que puede ocurrirle a
cualquier familia, con una madre o un padre en el hospital, sin saber cuándo volverá
para disfrutar juntos. No se sabe exactamente la enfermedad que tiene la madre
de Satsuki y Mei; dicen que podría ser tuberculosis. Actualmente la enfermedad
que más ataca a las personas es el cáncer. Por ello, muchos suelen estar en el
hospital mucho tiempo, recuperándose de sesiones de quimioterapia o recibiendo
paliativos, pues seguramente no vuelvan a vivir una vida normal y acaben
muriendo en el hospital. Esta historia, la de Mi vecino Totoro, ilustra una buena vida que pueden llegar a tener
las personas en el campo, una vida más humilde, sin tantas comodidades como las
que hay en las ciudades. Vivir en el campo es una ilusión que muchos conservan
en sus corazones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario