Las historias del
oeste siempre han gustado a una gran parte del público. No sólo libros o cómics,
sino también las películas. Algunas tan conocidas como El bueno, el feo y el malo son épicas, con una banda sonora que ha
llegado hasta a nuestros días. También se estrenó en un pasado, en 1966, la
película de Django. Años después, Quentin Tarantino, un fan de los spaghetti
western y un gran director de cine, estrenó en 2012 la película Django Unchained, traducido correctamente
en España como Django desencadenado.
En la parte trasera de una de las ediciones en DVD existentes, se puede leer lo
siguiente:
“Escrita y dirigida por Quentin Tarantino y
con un reparto galardonado, Jaime Foxx es Django, un esclavo que, bajo la
promesa de ganarse su libertad, se une al Dr. King Shultz (Christoph Waltz), un
cazarrecompensas, para capturar a los criminales más buscados del Sur. Afinando
y haciendo uso de su destreza como cazador, su único objetivo es encontrar y
rescatar a su esposa (Kerry Washington) que perdió hace tiempo víctima del
comercio de esclavos. Cuando su búsqueda por fin les lleva hasta Calvin Candie
(Leonardo DiCaprio), el infame y brutal dueño de “Candyland”, despiertan las
sospechas de Stephen (Samuel L. Jackson), el esclavo doméstico de confianza de
Candie. Ahora sus movimientos están marcados y la peligrosa organización de
Candie se cierne sobre ellos.”
(Cuidado:
spoilers). Llega el Dr. King Shultz, cazarrecompensas, buscando a unos
delincuentes, para a un grupo de negros hostigados por una pareja de blancos.
Shultz les intenta comprar un negro que tiene información qué el necesita para
identificar a los delincuentes, pero no quieren vendérselo. Uno le amenaza y él
reacciona rápidamente matándolo y dañando al otro. Compra al negro, que se
llama Django y deja al libre albedrío al resto. Django tiene un don innato con
las armas. Después de conseguir algo de dinero y enseñarle Shultz el negocio de
cazarrecompensas, le brinda la libertad si le ayuda. Consiguen una gran suma de
dinero por los delincuentes. Django le cuenta que le gustaría recuperar a su
mujer, Broomhilda. Para ello, deberá saber a quién fue vendida. Una vez lo
averiguan, Shultz se propone a ayudarle. Está en poder de Candie. Para
convencerlo, se harán pasar por expertos de las peleas de mandingos, donde
Django se hará pasar por un negrero negro. Una vez ya en la propiedad, a
Broomhilda le informan que están ahí para salvarla. Pero son descubiertos y al
final compran a Broomhilda por 12.000,00 $, el precio desorbitado que
teóricamente iban a pagar por el tercer mejor de los mandingos de Candie. Pero
cuando el trato está cerrado, Candie quiere obligar a estrechar la mano con él
a Shultz, para cerrar el trato como es
de costumbre. Shultz no se puede contener y lo asesina, acabando asesinado por
uno de los secuaces de Candie. Django se encuentra en una situación muy complicada.
Asesina a una gran parte de los blancos de Candyland, pero al final es
capturado por mandato de Stephen, el criado de Candie. Cuando lo van a matar
dañándole por los testículos, es liberado para trabajados forzados hasta la
muerte. Django, durante el viaje, convence a los 3 que llevan a los negros a la
mina que él es un cazarrecompensas y busca capturar a unos delincuentes que
están en Candyland. Al final se convencen y Django los mata, dejando libre a
los demás negros y yendo a Candyland con una carga de dinamita. Se carga al
resto de los blancos de Candyland y destruye la gran casa con dinamita, estando
Stephen dentro. Django es libre junto su mujer Broomhilda.
No hay duda de
que la película es una obra maestra. La banda sonora también está muy bien
estructurada y en los últimos momentos es apoteósico. La historia está muy
bien, pues uno puede disfrutar de la ficticia muerte de negreros, algo muy
común en el pasado, pero muy odiado hoy en día. Está claro que las mentes
humanas fueron muy inmaduras y frías en un pasado, torturando, violando y
asesinando a otros seres humanos por el simple cambio de color de la piel.
Todos los humanos, sin importar el color de la piel, pueden ser valiosos en
este mundo y ninguno debería ser esclavizado por otros, salvo que sea un
delincuente que haya cometido actos atroces. También hay momentos muy curiosos,
como la primera muerte que provoca Shultz a larga distancia. El delincuente
está huyendo a caballo bastante lejos de ellos, pasando por un campo de
algodón. Shultz le dispara, acierta y le mata con tan sólo un disparo. Justo en
ese momento, se salpica sangre en el algodón. Ese momento es brutal.
Otro punto a
tener en cuenta es que Quentin Tarantino aparece casi al final de la película,
como uno de los negreros que están transportando a Django y a otros a la mina.
Es asesinado por Django mientras éste está llevando dinamita de un lugar a
otro, no dejando ni rastro de su cuerpo, tan sólo los zapatos. Es un momento
cómico, como si de una serie de dibujos animados se tratase. Otro momento bastante
bueno en esta película, además de que cuando se va Django, uno de los negros se
da cuenta de que Django es realmente bueno y una esperanza para su raza.
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