Colección Libros: Flipper

En 1964, se estrenó la serie Flipper, una historia sobre un delfín. Largos años después, se estrenó la película Flipper, protagonizada por Elijah Wood como Sandy y Paul Hogan como Porter Ricks, su tío político. Una historia de un chico de ciudad que tan sólo quería ir a un concierto con sus amigos en verano, pero su madre lo envía a una isla con su tío Porter Ricks. De esta historia, se publicó el libro, una novelización de Dina Anastasio. En la parte trasera de la edición de Círculo de Lectores, se puede leer lo siguiente:

“Había suplicado. Incluso se puso malo. Pero Sandy Burns tuvo que complacer a su madre, hacer las maletas y dejar Chicago. Y todo para viajar a una isla perdida junto a su tío Porter. Era un sitio tranquilo. Demasiado tranquilo. Hasta que un día, mientras buceaba, un pequeño delfín se pega a su mascarilla, a su sombra y, también, a su corazón. Éste es Flipper, un sobreviviente de los disparos de unos turistas borrachos, con quien Sandy aprende una lección entrañable sobre ecología y amistad.”

(Cuidado: spoilers). Es una historia enternecedora, algo similar a la historia de Liberad a Willy, pero en vez de una orca es un delfín el protagonista de la historia. Sandy intentará por todos los medios salvar a la cría de delfín de los turistas y de los malvados que destrozan la flora y la fauna del mar de la isla. Su tío Porter Ricks, que inicialmente había sido un poco seco, se convierte en un apoyo para Sandy en los momentos más importantes de su vida en la isla. Sandy pasa de ser un niñato de ciudad que tan sólo piensa en sí mismo y en sus deseos, a ser un joven que se interesa por el cuidado de un delfín. Incluso hace una amiga, que también se hace amiga de Flipper. Logran hacer capturar al causante de la destrucción de la zona de pesca de Porter Ricks, un ser arrogante y peligroso que tan sólo quiere conseguir dinero del turismo.

Esta historia se podría asemejar a los momentos que sufren las islas por el turismo. En las Islas Baleares, por ejemplo, se sufre un turismo negativo. A veces puede haber turismo de calidad, pero la gran mayoría de veces suele ser todo lo contrario. La fauna y la flora de las islas sufren la decadencia por culpa del turismo. Los turistas, como personas, ensucian las playas y su entorno. No les preocupa lo más mínimo, especialmente la juventud, que son los que se suelen emborrachar y dejar suciedad por doquier, en las playas y en las calles colindantes. No sólo son los turistas que ensucian, obviamente, pero cuanta más gente hay en un lugar, más conflictos hay, más suciedad. La naturaleza padece por ello. La sociedad, en general, debería proteger la naturaleza. Debería ser respetuoso con el planeta, de tal forma que pueda perdurar.