Comunicarse con los animales. Un poder que resultaría muy beneficioso para
la humanidad si alguien pudiera conseguir hacerlo. Aunque, científicamente, se
ha demostrado que los animales se comunican entre ellos, pero no como los
humanos. Pero estaría muy bien lograr comunicarse con los animales mediante
algún lenguaje. Se ha conseguido una comunicación especial con los perros, que
pueden entender perfectamente palabras y órdenes, entrenándolos para que puedan
entender dichas instrucciones. Pero aún no se ha conseguido una comunicación
como tal, un retorno de respuesta como nos gustaría. 1998, se estrenó una
película cómica sobre esta temática: Dr.
Dolittle, un remake de una antigua película de los años 60, en la que un
médico tiene la habilidad de comunicarse con los animales. En la parte trasera
de la caja en DVD, se puede leer lo siguiente:
“¡Todo un zoo de carcajadas!
John Dolittle es un médico
de pura raza, una auténtica fiera de los quirófanos, que dedica más tiempo a su
trabajo que a su mujer y a sus hijas. Una noche, conduciendo de vuelta a casa,
Dolittle casi atropella a un perro vagabundo. Cuando el chucho le canta las
cuarenta, el médico recupera una rara habilidad a la que había perdido el
rastro: su capacidad para hablar con los animales. Ahora lechuzas, palomas,
caballos, conejillos y hasta un tigre con tendencias suicidas, lo buscan para
que les cure, y amenazan con convertir su casa en un arca de Noé.”
(Cuidado: spoilers.) Cuando era pequeño, una perrita hablaba con John
Dolittle, una habilidad muy poco común. El padre, viendo que su hijo se
comportaba de una forma rara, decidió deshacerse de la perrita. John se
convirtió en médico y tuvo una familia, con dos hijas. Por estrés y a punto de
atropellar a un perro, se despierta su poder oculto: vuelve a escuchar a los
animales, pero a todos. Los animales se dan cuenta de ello y empiezan a pedirle
que les cure. Intenta mantener esta habilidad oculta, pero empieza a
desbordarse. Adopta al perro que estuvo a punto de atropellar. Pero el trabajo
también le da problemas para pasar tiempo con su familia. Al cuidar de los
animales, de forma altruista, empezará a darse cuenta que hay cosas más
importantes en la vida que el trabajo. Su vida dará un giro cuando cure a un
tigre que tenía una dolencia y el Dr. Dolittle le interviene en una operación,
en un día muy importante en su trabajo. Lo salva y Dr. Dolittle consigue, de
esta forma, una buena suma de dinero para el hospital, y se convierte, además,
en un médico de animales.
Evidentemente, toda esta historia es muy fantasiosa. Ojalá se pudiera
conseguir una comunicación tal con los animales. Pero la realidad no es así. Además,
en esta historia hay errores muy importantes. Inicialmente, John podía hablar
con su perrita y ella le contestaba, pero no hablaba directamente con un idioma
humano, sino que hablaba con su perrita con ladridos. En varias ocasiones, ya
de adulto, esto es lo que hace el Dr. Dolittle cuando habla con los animales,
usando el idioma de los animales en cuestión, no el idioma humano. Ahora bien,
especialmente cuando está interviniendo al tigre, está hablando en idioma
humano y tanto los animales como los humanos le entienden. También los
animales, en diferentes situaciones, entienden a los humanos directamente,
cuando no debería ser así en la realidad, sino que tan sólo deberían poder
comunicarse con el Dr. Dolittle por su habilidad de comunicación con los
animales.
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