Colección Libro Juegos: LA MÁQUINA DEL TIEMPO - 3. LA ESPADA DEL SAMURAI

La saga de LA MÁQUINA DEL TIEMPO consta de 24 tomos, numerados del 1 al 24 en el lomo, que fueron distribuidas entre los años 1984 y 1990 por TIMUN MAS. Son historias en las que el protagonista tiene el poder de viajar en el tiempo, con tal de descubrir secretos del pasado. El título de la saga incluye un hombre saltando entre un portal de tiempo, un icono fácil de identificar. Para poder ambientarse en la historia, se dispone de las instrucciones del juego, las cuatro reglas para viajar en el tiempo, la especificación de la misión, el equipo, el banco de datos y la lista de datos. Las cuatro reglas para viajar en el tiempo son las siguientes:

“1. No mates a ninguna persona ni animal.

2. No intentes cambiar la historia. No dejes nada del futuro en el pasado.

3. No lleves a nadie contigo cuando franquees la barrera del tiempo. Evita desaparecer de un modo que asuste a la gente o la haga sospechar.

4. Sigue las instrucciones que te dé la máquina del tiempo y elige entre las opciones que te ofrezca.”

Cuando uno ya ha leído las instrucciones, puede introducirse en el juego, pero antes deberá ver el quipo con el que se empieza en la aventura. Si se desea, se puede leer el banco de datos, en el que se facilita una ambientación de los años en los que se va a viajar. Además, si en las opciones se facilita un icono en concreto, se puede ir a la lista de datos, donde se facilitan pistas para poder decidir de una forma más acertada, pero sólo si se ha prestado atención al banco de datos o a la información recogida a lo largo de la historia.

El tercer tomo de la saga de LA MÁQUINA DEL TIEMPO es LA ESPADA DEL SAMURAI, escrito por Michael Reaves. En la parte delantera del libro ya se anuncia lo siguiente: “Retrocede 350 años. Se te ha confiado la misión de hallar:” y luego aparece el título. En la parte trasera se facilita algo más de información:

“AÑO 1615

Has retrocedido hasta la época de los samurais.

Estás acorrolado por los temibles ninjas, espías y asesinos. Te llevan a viva fuerza al borde del foso de los tigres.

Debes actuar de inmediato. ¿Desafías a los ninjas o corres el riesgo de saltar al foso de los tigres? ¡Tu decisión puede conducirte al éxito o a quedar perdido en el tiempo!

¿ESTÁS DISPUESTO A PLANTAR CARA AL PELIGRO?”

En el interior del libro se puede leer la misión de esta aventura:

“Tu misión es retroceder al Japón del shogunado y volver con la espada del samurái más famoso de la historia.

«La espada es el alma del samurai.»

Se trata de una famosa leyenda del Japón medieval, cuando los samuráis luchaban en las batallas con espadas, lanzas y otras armas blancas. Desde el año 900 a.C. hasta 1870, la espada era lo más importante que poséia un samurái. Ningún samurái se apartaba nunca de su arma, la tenía junto a sí incluso cuando dormía.

De todos los samuráis del Japón, el más famoso -y el mejor espadachín- fue Miyamoto Musashi, que vivió de 1584 a 1645. Viajó por todo el Japón la mayor parte de su vida, para estudiar técnicas de lucha y combatir en duelos y batallas.

Tu misión consiste en encontrar a Musashi y apoderarte de la espada que lohizo  famoso.  Para  tener éxito entre los samuráis, debes actuar según un código de honor. Has de proceder con cuidado. En esa época, el Japón es un lugar peligroso: cualquier samurái que lo desee puede cortarte la cabeza... ¡sin tener ningún motivo para ello!”

La misión no es del todo difícil, pues se podría ir a cualquier momento del pasado y robarle la espada a Musashi. Pero no se trata de robar, sino de conseguir la espada de una forma honoraria. Esto dificulta la situación. Ya no sólo hay que buscar a Musashi, que es localizado de una forma muy rápida, sino además se debe congeniar con él y hacerse su amigo. En este libro hay una curiosidad. Al principio de la historia, junto al equipo, se debe escoger un elemento entre tres posibles: cerillas, peine y pastillas de gelatina. Mi elección fue acertada, pues elegí las cerillas, un elemento que en aquel momento aún no existía. Igualmente, al menos en tres ocasiones llegué al mismo punto, concretamente la página 34. Es lo que tienen estos libros, que uno puede perderse en el tiempo y entrar en bucle si no sabe elegir bien el camino, aunque al final siempre se puede llegar al final, el único final posible.