En el décimo primer ejemplar de Mafalda,
de QUINO y distribuida en España en una colección de 14 ejemplares por el
diario Público en 2008, aparece en la portada Guille intentando chuparse los
dedos de los pies. En la contraportada, Mafalda tumbada, seguramente pensando
en la gravedad del mundo.
Algunos de los temas que se mencionan en este quinto ejemplar son la
situación mundial, bestialidad, bromas, cuentos, materialismo, comercio, Día de
la Madre, Día del Padre, verdades, sopa, ajedrez, hipocresía, futuro,
superpoblación, el dedo índice, hermanos, servicio militar, contar ovejas,
sueños, Los Beatles, etc.
Este ejemplar es algo raro, pues aparece Guille en la portada, pero
realmente es como si aún no hubiera nacido. Es muy posible que este ejemplar
realmente debiera ser uno muy anterior. Es más, hay tiras cómicas en las que se
le nota la antigüedad, ya que el trazo es muy diferente, menos trabajado.
En esta ocasión, aparece la celebración del Día de la Madre y el Día del
Padre, por separado, seguramente por orden cronológico. Lo curioso es que
Mafalda no sabe qué regalar a su padre, por lo que piensa en muchos posibles
regalos, algo imposibles.
Manolito sigue con su bestialidad, es decir, su torpeza y estupidez. Sólo
piensa en el comercio de su padre y no para de hacer propaganda. Incluso cuando
están jugando en grupo de amigos, no se le ocurre otra cosa que ir soltando
“anuncios” sobre los productos de la tienda de su padre. Tampoco le gusta Los
Beatles, algo que sí que le gusta a la gran mayoría y eso hace que sea el
“raro” del grupo. Pero es que es capaz de pensar que el planeta Tierra es
plano; esto viene de que están en clase y la profesora está explicando que
Colón pensaba que la Tierra era plana y entonces salta Manolito y dice “¡qué
bruto!”.
Resulta que Manolito tiene un hermano y vuelve del servicio militar. Cuando
lo ven Mafalda y Felipe les da un pequeño lapsus, pues se creían que Manolito
había crecido de golpe y porrazo. El tema del servicio militar da mucho que
hablar, sobretodo cuando se lo pregunta a su padre, en un descuido. Ella no lo
sabía, pero él recuerda aquella época con nostalgia y cuando le recuerdan el
tema no para de hablar, algo que a la madre de Mafalda no le gusta nada.
Es gracioso el tema de contar ovejas. De vez en cuando aparece alguna tira
de este estilo. En esta ocasión, Mafalda está contando ovejitas. Pero cuando
llega a una en concreto, ya no dice el número y la oveja se queda en la valla
esperando, hasta que despierta a Mafalda con un balido, por lo que Mafalda
termina de contar, la oveja sigue su curso y Mafalda se queda dormida.
También hay un par de temas de los que no se habían hablado nunca: el dedo
índice, con el que se pueden hacer muchas cosas, especialmente usado en la
política. Y también hay otro tema peliagudo del que hablan en aquel momento: la
superpoblación y cómo será el futuro entonces. Ya por aquel entonces había
mucha población, pero se sabía perfectamente que la cosa iba a subir. A
Susanita le asusta que sus hijitos no puedan caber para entonces.
Y como no, Susanita sigue siendo una hipócrita, aunque casi no se habla del
tema en este ejemplar. Pero hay una escena en la que Susanita está jugando al
ajedrez con Felipe. Entonces él gana y se siente bien porque Susanita no ha
armado un jaleo por perder, pues está alegre. Pero entonces se pone a llorar,
dejando bien claro que la hipocresía a veces no es fácil.
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