Colección Recuerdos: UIB. Curso 2010-2011. Ingeniería de Informática de Sistemas. Sistemas Operativos. Exámenes

En el curso 2010-2011, en el segundo año de la carrera de Ingeniería de Informática de Sistemas en la UIB (Universitat de les Illes Balears), cursé la asignatura de Sistemas Operativos, una asignatura que ya habíamos visto en el ciclo de FP de grado superior de Administración de Sistemas Informáticos. Coincidió, así mismo, que tuvimos como profesor al hermano de la profesora que nos dio Sistemas Operativos en el ciclo de grado superior. Ahora bien, las clases con este profesor eran exasperantes, puesto que no se preparaba las clases. Entonces, de las 2 horas de clase, unos 30 minutos los dedicaba él para leerse la teoría que nos tenía que dar ese día. De esas clases hay varios recuerdos curiosos. Para empezar, ahí, por primera vez, vimos a un alumno, compañero nuestro, que se sentaba siempre en la parte delantera, un alumno que tenía la uña de la mano derecha muy larga. Deducimos que podía ser una apuesta o una promesa que hizo el alumno. Era realmente tétrico y daba un poco de grima. En cuanto al profesor, nos dio la teoría como pudo. El examen, nos dijo, en repetidas ocasiones, que no sería como los años anteriores, que no tendría nada que ver. Igualmente, conseguimos abundantes exámenes de los años anteriores, que eran tipo test. A la hora de la verdad, cuando fuimos a examinarnos, nos encontramos que los exámenes eran un conjunto de preguntas escogidas de los exámenes anteriores. Es decir, que el profesor nos engañó. Suspendimos casi todos, menos unos pocos. Nos quejamos, pero al final tuvimos que soportar el palo y volver a examinarnos, puesto que nos amenazó a cambiar completamente el examen o incrementar la dificultad de la práctica que teníamos que entregar. La ventaja es que el examen que luego nos impuso fue exactamente el mismo, cambiando, tan solo, la respuesta de una de las preguntas. Obviamente, después de haber estudiado a consciencia todos los exámenes tipo test de los años anteriores y, por supuesto, el que ya habíamos hecho, obtuve un 10. Ahora bien, el profesor me puso un 9.5, dándome como razón que no era lo mismo haber aprobado en el primer examen que en el examen de recuperación, una penalización con la que no estuve de acuerdo, pero ya me di por satisfecho. Igualmente, no podía conseguir ninguna matrícula de honor porque iba con beca.