Yuu Watase, una
ilustradora de mangas japonesa, se hizo muy famosa con la historia Shishunki Miman Okotowari (Niños no, gracias). Pero
también se hizo famosa con la historia Fushigi
Yugi (Juego misterioso). Fue publicada en la revista Shōjo Comic de la
editorial Shogakukan. La historia se divide en capítulos, normalmente de unos
seis capítulos cada manga. En la portada del décimo tomo aparece Amiboshi, y
Tomo en la contraportada, ambas estrellas de Seiryû. En el interior, se puede
leer lo siguiente:
“Miaka, convencida de que es indigna de ser
la sacerdotisa de Suzaku, se separa de Tamahome. Suboshi la encuentra
inmovilizada a causa de sus heridas y se la lleva con él. Pero descubrimos que
no se trata de Suboshi sino de su gemelo, Amiboshi, que ha perdido la memoria y
ahora responde al nombre de Huaike. Éste es el décimo tomo de una popular
aventura fantástica.”
Además, en la
primera página, se incluye un resumen de lo ocurrido hasta ahora, que es el que
se puede leer a continuación:
“Un día, Miaka y Yui, amigas íntimas que
preparan los exámenes de entrada al instituto, encuentran en la biblioteca EL
UNIVERSO DE LOS CUATRO DIOSES, un libro antiguo a cuyo interior se ven
transportadas. Dentro del libro, Miaka se convierte en sacerdotisa del dios
Suzaku y se enamora de Tamahome. Por su parte, Yui adopta el rol de sacerdotisa
de Seiryû, lo que la convierte en enemiga de Miaka. Miaka verá tres deseos
cumplidos si reúne los dos “tesoros de los dioses”, para lo cual viaja a Bei-jia
junto a sus compañeros, las siete estrellas de Suzaku, entre las que se
encuentra Tamahome. El enemigo roba el “tesoro de los dioses” y Miaka es
atacada por Nakago. Miaka tenía que ser virgen para que sus deseos se
cumplieran…”
(Cuidado:
spoilers.) Miaka cae por una pendiente y la encuentra Suboshi, pero su
intención no es matarla a ella, sino a una comadreja gigante. Resulta que es
Amiboshi, que se salvó cuando cayó a las aguas y una pareja de ancianos lo
acogieron como si fuera su hijo, dándole una hierba para olvidar. Miaka está
dolida por lo ocurrido con Nakago, pero éste le dice a Tomo que no llegó a
hacerle nada por culpa de un aurea que la protegía. En el poblado en el que
vive Amiboshi, que ahora se hace llamar Huai-ke, viven bastante tranquilos.
Proponen quedarse a Miaka a vivir ahí y ser la pareja de Huai-ke. Miaka
descubre que Amiboshi no lo ha olvidado todo. Por otro lado, Chichiri,
Mitsukake, Tasuki y Chiriko están atrapados en la ilusión de Tomo, pensando que
están en Xi-lang. Miaka, a pesar de que intentan que olvide su pasado, no puede
olvidar a Tamahome. Tomo intenta engañar a Tamahome a través de Soi. No lo
consigue. Amiboshi anima a Miaka a seguir peleando contra las estrellas de
Seiryû, pues él mismo pudo comprobar que son malas personas. Atacan la aldea en
la que está Miaka, pero Amiboshi vence a los enemigos. Tamahome lucha contra
Tomo. Miaka, gracias a que Soi le dice que Nakago no llegó a tocarla, va en
busca de Tamahome. Tamahome se reúne con Miaka, pensando que ya habían
derrotado a Tomo. Pero lo que había derrotado era una ilusión. Tomo daña a
Tamahome y lo tira por un acantilado donde hay cerca una estatua de Buda. Miaka
cae en la desesperación y Tomo se aprovecha de ello y la atrapa en una ilusión de
su mundo, donde siguen estudiando en el colegio y aún es amiga de Yui. Ahí
conoce a Aono, una ilusión de Tamahome que realmente es Tomo. Aono se le
declara y Miaka acepta. Quedan en su casa para estudiar, pero Aono quiere tener
relaciones con ella. Amiboshi verá lo que sucede mientras está atrapado en una
ilusión de Tomo. Tamahome no murió en la caída y es recogido y curado por su
maestro. Miaka recuerda la realidad y se enfrenta a Tomo. Logra destruir la
ilusión gracias a que Amiboshi lo debilita; para ello, se rompe dos dedos, para
despertar de la ilusión.
Esta historia no
deja de dañar a una de los personajes principales, Miaka. No deja de sufrir, ya
sea por Yui, Tamahome, las estrellas de Suzaku o las estrellas de Seiryû. Pero
la historia va avanzando, poco a poco. Que Amiboshi haya vuelto es un puntazo
para la historia, pues es un personaje que realmente es bueno, pero ha nacido
para pertenecer a un conjunto de estrellas malvado. Por desgracia, Yui es la
sacerdotisa de aquellos que intentan hacerle daño a Miaka. Miaka, en cambio,
desea volver a ser amiga de Yui. Como bien dice la misma escritora, más de uno
hubiera dejado de lado a Yui por ser tan mala amiga. El tema aquí es que Yui
fue engañada por Nakago, igual que Miaka también había sido engañada. Demasiado
se creen las mentiras de aquellos que no desean su bien.
Al final de este
tomo, se puede leer un poco la historia de Tomo. Se incluye un dibujo del mismo
sin estar maquillado. Al parecer, es homosexual y está enamorado de Nakago.
Aunque Nakago es más bien de usar a las personas para cumplir con sus deseos carnales.
Justo en las últimas páginas, también se puede ver una ilustración de Amiboshi
y Suboshi abrazados, muy peligrosamente con una relación incestuosa. Como se
nota que a Yuu Watase le gustan estos temas subidos de tono.
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